¿Te imaginas que al comprar un coche te regalasen potencia porque sí? Pues aunque parezca algo raro, resulta que es una práctica no tan poco usual como podrías esperar, y es que son bastantes casos en la historia del automóvil en los que se ha demostrado con datos que determinados modelos ofrecían bastante más potencia de la homologada de forma oficial. Curiosamente durante los años 90 y principios de los 2000 los fabricantes japoneses fueron algunos de los principales fabricantes que más hicieron uso de esta práctica, y es que por aquellos entonces se estableció un acuerdo entre constructores japoneses para no sobrepasar los 276 CV oficiales, algo que después desembarcó en modelos de calle con mucha más potencia de la declarada. La mejor forma de conocer la potencia exacta de tu coche pasa por acudir hasta un banco de potencia y allí exprimir tu coche hasta el último caballo. Por regla general los resultado suelen ser bastante fiables, pero no está de más buscar los sitios mejor preparados para este tipo de pruebas, tanto por la calidad de los resultados, como por la fiabilidad y seguridad para que tu coche no sufra más de la cuenta en ningún momento. En Centímetros Cúbicos: |