Es necesario, en estos tiempos que corren, aprender a desarrollar hábitos de alimentación sostenibles y duraderos si quieres aprender a dejar de hacer dieta. Tienes que ir abandonando la mentalidad de dieta a corto plazo y encontrar un equilibrio.

Vamos a intentar explicar cómo hacerlo en cinco pasos:

Para dejar de hacer dieta y desarrollar una relación saludable con la comida, debes seguir estos cinco pasos. Cada paso te enseñará cómo cambiar tu relación con la comida para que de una vez, no tengas que depender de esos famosos detox o dietas. A cambio, conseguirás la seguridad en tí mismo que necesitas para confiar en tus propios hábitos alimenticios y descubrirás cómo dejar de hacer dieta de forma permanente.

Coloca la comida y el placer por ella como una gran prioridad

Para mantener y poder seguir un buen hábito alimenticio saludable, necesitamos tanto nutrición como entender que la comida es más que comida, donde la parte hedonista juega un papel muy importante.

Nos sentimos algo incómodos cuando se restringe uno y se prioriza el otro. Las dietas se basan en algo de infoxicación nutricional.

No podemos dejarnos llevar por las modas que excluyen de manera clara el componente familiar, de ocio, de celebración, que tiene la comida, por lo que pensar que comer bien es solo tomar alimentos donde su carácter nutricional deba aportarnos cosas, creo que es un error y no es sostenible en el tiempo.

La comida es solo comida

Puedes utilizarla como fuente de alimento, fuente de entretenimiento, fuente de placer o todas a la vez. Si logramos este equilibrio, sin duda te alejará de las dietas, Pero recuerda que esto será lo contrario de lo que quieren las dietas y toda su industria.

Las dietas quieren que veas el mundo en blanco y negro.

Cuando no sigues sus instrucciones, quieren que te sientas culpable. Si puedes descubrir cómo deshacerte de la moralidad de la comida y, posteriormente, del ciclo de la culpa, podrás descubrir cómo dejar de hacer dieta.

Tener claro que la comida no es un juez que dicta sentencia, ni un policía que puede interrogarte, te ayudará a ir consiguiendo objetivos.

Presta atención a las señales de hambre y saciedad

Para poder llevar a cabo esto, se me ocurre utilizar la técnica del 80/20, donde una vez ingerido el 80% de tu plato, deberás esperar alrededor de unos diez minutos sin comer. En ese espacio de tiempo las hormonas de la saciedad (Leptina), le dirán a tu cerebro que ya está saciado…o no. Es en ese momento cuando dependiendo si ya estás saciado o de lo contrario sigues con hambre, dejarás o tomarás el 20% de la comida restante.

Tu principal herramienta para elegir cuánto y cuándo comer deben ser las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo, por lo que comer en un estado anímico de tranquilidad, hará que las emociones no se apoderen de nuestras ingestas.

Pon fin a las dietas y las modas pasajeras

Por norma general nos llaman mucho la atención y nos interesan las dietas de la famosa o famoso de turno o la moda más novedosa.

En el papel de la revista o en la pantalla de tu televisor, parecerá que hará tu vida completamente diferente y resolverá todos tus problemas. No debes de olvidar que, efectivamente, se supone que debe sonar así porque es marketing. Nunca podrás romper el ciclo de la dieta si sigues cambiando tu dieta y adoptando la última moda cada vez que aparece.

Empieza a creer en tus propias capacidades para que puedas dejar de seguir este camino.

Para nutrir fácilmente tu cuerpo, confía en una nutrición basada en la evidencia, una alimentación consciente y una relación equilibrada con la comida.

Nunca tienes que sentirte obligado a probar otra dieta una vez que adquieras esta confianza, ya que tu dieta será tu estilo de vida.

Sé realista

Hoy en día vivimos en un mundo donde cada día es una nueva aventura, donde lo de ayer ya es pasado y donde siempre vivimos expectantes con el que pasará. No debemos olvidar que cerca del 90% de los pensamientos, expectativas o miedos sobre lo que debe llegar, nunca llega, pero si determina mis decisiones de hoy. Es decir, tomo decisiones sobre cosas que nunca van a suceder, es una locura, ¿verdad?

Establecer una serie de objetivos en función de mis circunstancias de hoy, de mis circunstancias reales y no sobre lo que puede llegar a pasar, no permitirá ser más realistas a la hora de poder planificar la consecución de esos objetivos, pero, sobre todo, a no sentirnos frustrados por no alcanzar metas que solo en nuestra mente y bajo unas circunstancias que nunca sucederán, se dieron alguna vez.