No hay aperitivo o pasatiempo más universal que las pipas. Ya sea viendo una película, una serie o tu deporte favorito, las pipas son de esos alimentos que, una vez que empiezas, es difícil parar hasta que no has visto como acabas con la bolsa o con los labios cortados si has elegido la variedad con sal.

Y aunque populares y bien conocidas por todos por lo entretenido de comerlas, también les pesa la sobra de ser un alimento que engorda más que entretiene, siendo desterrada de dietas y de los picoteos de aquellas personas que quieren controlar su peso y su salud. ¿Debemos decir adiós a las pipas en nuestra guerra contra la báscula?

¿Engordan las pipas?

Como muchos alimentos en nutrición, la clave está en la ración. No es lo mismo que comamos una bolsa de las grandes a un puñadito. El problema es ese, que hay poca gente que se conforme con un puñadito. Bien porque no se sacian, o bien por el principal problema cuando comemos cualquier cosa: que suele ser un alimento que se consume mientras se hace otra actividad, ya sea viendo una película o en una terraza con amigos.

Debemos tener en cuenta que 100 gramos de esta semilla aportan alrededor de 600 kilocalorías, por lo que darse grandes homenajes con ellas de forma continuada puede suponer un extra de calorías en dietas donde tenemos que vigilar este punto. Pero en una ración de 25 gramos hablamos de 150 kcal. Que, para que nos hagamos una idea, una manzana grande puede tener 130 kcal y un vaso de leche unas 160 kcal.

Visto así no tiene tantas, ¿verdad? El problema, como decimos, es que solemos comerlas solas, entretenidos y sin prestarlas atención, lo que hace que acabemos con la bolsa. Por eso, mejor que tomarlas solas, es recomendable que formen parte de alguna preparación, ya sea porque las hemos añadido a una ensalada, o bien porque vienen en un buen pan 100% integral de grano completo. Además, no todo son calorías y vienen bien acompañadas de nutrientes.

Beneficios de las pipas

Como decimos, en nutrición, más que contar calorías, hay que hacer que las calorías cuenten. Y este puñadito de 25 gramos de pipas viene acompañado de una buena dosis de grasas insaturadas (aproximadamente 10 gramos) y un gramo y medio de fibra. Dentro de las grasas destaca su gran aporte de ácidos omega-6, esenciales para la salud de nuestro cuerpo, por lo que no es tan mala idea que esta semilla esté en nuestro repertorio gastronómico.

De hecho, a partir de estos ácidos grasos, concretamente del ácido gamma-linoléico que aportan, el cuerpo fabrica sustancias tan importantes como las prostaglandinas, encargadas de impedir la formación de sustancias inflamatorias en el cuerpo, o, también, intervienen en la formación y liberación de neurotransmisores que se relacionan con la calma y la relajación. No confundir con el “desestrés” que supone comerlas cuando mordemos la cáscara. Los efectos no son tan inmediatos. Además, como buen fruto seco, estas grasas insaturadas ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.

Si esto fuera poco, también son ricas en proteínas, llegando a aportar por 100 gramos la misma cantidad que las lentejas (20 gramos). Mezcladas con cereales podemos tener una proteína de muy buena calidad, como puede ser el pan de pipas, bizcochos, arroz o pasta.

También son una fuente de minerales y oligoelementos como el potasio y el fósforo, sobresaliendo su aporte de hierro (casi 6,4 gramos por 100 gramos de pipas). Acompañar este alimento con otros ricos en vitamina C, como cítricos, piña o fresas puede ser una buena forma de aprovechar este aporte de hierro ya que, al venir del mundo vegetal, no se absorbe tan bien como los de las fuentes animales.

En cuanto a las vitaminas, destaca su aporte en ácido fólico (227 mg cada 100 g), aportando entre el doble y triple que otros frutos secos. Este nutriente es de especial importancia en ciertas etapas de la vida como el embarazo o en los niños en periodo de crecimiento. Otra vitamina que destaca su aporte es la vitamina E, un gran antioxidante, que, junto con otros de sus componentes como la colina, betaína, lignanos y ácidos fenólicos hacen a estas semillas casi un comprimido de compuestos contra los pro-oxidantes corporales.

¿Pipas con sal o sin sal?

La gran disyuntiva y guerra en muchos círculos de amigos y familiares. ¿Con sal o sin sal? Hoy en día encontramos en el mercado no solo con sal y sin sal. Ya hay hasta variedades con condimentos y saborizantes diversos. Pero muchas de estas variedades tienen un mal común: el exceso de sodio. Por eso, en casos de hipertensión, retenciones de líquidos o problemas cardiovasculares que necesitan seguir una alimentación baja en sodio, lo mejor es buscar las variedades naturales o sin sal.

Además, no dejan de ser un fruto seco, por lo que debemos de tener precaución ya que pueden causar reacciones alérgicas a personas que sean hipersensibles a ellas o que tengan alergia a otros frutos secos. Y hoy en día esto es un problema, debido al aumento de uso como decoración o como ingredientes en productos derivados del pan y de la bollería. Por eso, siempre, mejor leer antes el etiquetado y la lista de ingredientes si pertenecemos a uno de estos dos grupos.