Con las navidades ya iniciadas nadie tiene duda que este año son (bastante) diferentes. Ni abrazos, ni cantar en alto, ni más de seis personas, ni compartir platos, entre otras medidas de seguridad. La pandemia ha influido y cambiado muchas de las tradiciones que eran señas de identidad de estas fechas. Pero otras se mantienen perennes en estos días.

Comilonas, excesos, platos elaborados y, como consecuencia, digestiones pesadas. De hecho, se calcula que tres de cada cuatro españoles sufrirán estos días síntomas gastrointestinales como hinchazón de estómago, ardor, indigestión o náuseas como consecuencia de estos excesos.

¿Qué provoca los empachos?

De forma simple podemos decir que es resultado de comer mucho y mal. Pero si buscamos un origen claro científicamente hablando, no hay demasiada evidencia científica ni estudios de calidad que establezcan claramente de quién es la culpa, si de determinados alimentos, determinados nutrientes, o una mezcla de ambos.

Pero si se puede identificar presuntos culpables de que en estos días nuestro sistema digestivo "se queje" y aparezcan los síntomas que acabamos de describir. Por ejemplo, el efecto irritante que tienen ciertos aditivos, la cafeína o el alcohol. De hecho, las comidas especiadas y el consumo de alcohol son dos situaciones que predominan en estas fechas.

Por otro lado, la cantidad. No es nada nuevo decir que comemos más de la cuenta. Esta distensión excesiva del estómago es una de las principales causas por la que notamos que en nuestro estómago algo no va como siempre. Además, se tarda más tiempo en vaciar el estómago, fundamentalmente causado por una gran cantidad de grasas en las comidas. Ya sea por los embutidos del aperitivo, las carnes de los platos principales o las salsas que acompañan a la gran mayoría de los platos de nuestra mesa.

Además, hay que sumar el aumento de la presencia de gases por lo que se conoce como aerofagia (tragar aire al comer) o la digestión de hidratos de carbono. Si miramos nuestras mesas, no nos va a extrañar, ya que las bebidas espumosas, turrones, mantecados, bombones, roscones y postres vienen bien cargados de hidratos de carbono y azúcares, materia prima fundamental para la aparición de molestias por gases.

¿Cómo mejoro las digestiones en Navidad?

Hay que ser realistas. Mucho o poco, el menú de estos días va a suponer un cambio a lo que habitualmente comemos. Pero podemos evitar que aparezcan estas molestias, o, al menos, mejorar la severidad de los síntomas, siguiendo unos sencillos consejos:

Come despacio y mastica bien. Una de las principales causas de comer más de la cuenta y tragar demasiado aire es comer rápido y sin masticar. De hecho, puede ser una ayuda extra para controlar la cantidad que comemos, por lo que respira, mastica y disfruta estos días.

Controla la cantidad de comida que comes y evita, en la medida de lo posible, los excesos. Especialmente si sabemos que somos tendentes a que luego el estómago se resienta. Servir las porciones que vamos a comer en un plato nos ayudará a ver lo que estamos comiendo y a ser conscientes de lo que comemos.

No te excedas con las bebidas gaseosas y limita el consumo de alcohol. No se trata de no beberlo (aunque no estás obligado a ello). Pero si no queremos sufrir las consecuencias, es mejor una copa de un buen vino, que 5 de uno malo. Es decir, limita la cantidad que vas a beber y aprovecha para que sea de la mejor calidad posible.

Disminuye el consumo de cafeína y teína. Son dos sustancias que, además de despertar al cuerpo, irrita el sistema digestivo. Estos días puede ser una buena opción beber otro tipo de alternativas como infusiones evitando el efecto de estas sustancias, dando un respiro a nuestro cuerpo.

Cuidado con el omeprazol en Navidad

No hay ninguna pastilla que sea el remedio contra todos los males, y tampoco hay ningún fármaco que no esté exento de tener efectos secundarios. Y el omeprazol no es una excepción. Esta sustancia es un fármaco que debe ser prescrito por un médico y que se indica en situaciones concretas, como la úlcera duodenal, gástrica, la enfermedad de reflujo gástrico, esofagitis erosiva, o la infección por la famosa bacteria helicobacter pylori.

Automedicarte es una idea que tienes que borrarla ya de tu cabeza porque, aunque el omeprazol parezca inofensivo, puede tener consecuencias. Por ejemplo, dificultar que un médico pueda diagnosticar otras enfermedades al “tapar” los síntomas, o porque aparezcan efectos secundarios. Por eso, el mejor tratamiento de digestiones pesadas es la prevención (no pasarnos de la raya comiendo) y siempre consultar con un médico si los síntomas siguen con nosotros pasados unos días (o incluso si empeoran).

Alimentos para mejorar la digestión en Navidad

Siempre, cuando doy consejos sobre nutrición, repito aquello de "hay que ser realistas", pero en esta ocasión el primero que tiene que ser realista soy yo. Son fechas complicadas para el autocontrol. Quien más y quien menos va a sufrir de empacho y de digestiones pesadas.

Por eso, además de todos los consejos que ya hemos visto hoy, os he traído una selección de alimentos que pueden ayudarnos a hacer la digestión. Eso sí, he dicho ayudar, no que nos vaya a solucionar la papeleta si nos hemos pasado comiendo tres pueblos… Como decía, hay que ser realistas.

Infusiones

Una de las soluciones más antiguas y que más se ha transmitido de boca en boca. Y aunque tiene un efecto limitado, tomar infusiones después de las comidas y las cenas, y antes de brindar con el cava y que después vengan otro tipo de alcoholes (que, mejor si los evitas), tiene su efecto sobre el bienestar digestivo. Infusiones de jengibre o manzanilla pueden ayudarnos a dar un respiro al cuerpo.

Alimentos fermentados

Los alimentos fermentados pueden convertirse en unos grandes aliados en estas fechas para ayudarnos a digerir mejor. No solo ayudan a la flora intestinal a que se vaya restaurando, sino que también la alimentan. Yogures, kéfir o incluso opciones más exóticas como la sopa de miso (que puede ser un entrante para los menús de estos días) son grandes opciones. Y si no se toman el mismo día, pueden ser al día siguiente de esa gran cena.

Piña

No solo es diurética, baja en calorías, y puede dar un punto de fruta a los postres de estos días, también, en su composición, se encuentran enzimas digestivas que nos ayudarán a aliviar el estómago. De hecho, no solo hablo de comer "piña" a palo seco. Dándole un toque de imaginación, puede ser un postre muy "pintón" si hacemos un carpacho de fruta o, incluso, un ceviche de frutas variadas. Otras frutas también interesantes puede ser los frutos del bosque, que son laxantes y unos grandes antioxidantes, o la papaya, que gracias a su papaína también es una gran ayuda para a digestión.

Espárragos

Una tradición navideña que he ido viendo como, poco a poco, va desapareciendo, y que es un gran error, ya que los espárragos, además de ser una verdura (algo que escasea estos días), también contiene enzimas que ayuda a hacer la digestión. Como es rica en fibra, ocupará un espacio en nuestro estómago, evitando que sea llenado con carnes grasas o dulces típicos. También puedes echar mano de la calabaza, el brócoli, la alcachofa o la remolacha para darle un toque a los platos estos días, y, de paso, evitarnos molestias posteriores.

Condimentos carminativos

O dicho de otra manera, condimentos que ayudan a expulsar y combatir los gases, disminuyendo las flatulencias como los cólicos asociados a los excesos. Puedes echar mano del comino, el clavo o el laurel, por ejemplo, para incluirlos en tus recetas, darles un toque diferente, y ayudar a que la sobremesa sea lo mejor posible.

Pero, sea cual sea la estrategia, el sentido común estos días es siempre la mejor vía de evitar amargarse el día después de una celebración.

¡FELIZ NAVIDAD!