Durante las fiestas de Navidad algunas personas salen de su burbuja de contactos frecuentes. Comidas de empresa, cena de Nochebuena, brindis con amigos que vuelven a casa, visitas a familiares… Estas reuniones suelen implicar estar en interiores y sin mascarilla gran parte del tiempo, por lo que están contribuyendo a la transmisión del coronavirus y, por tanto, a poner en riesgo a las personas más vulnerables. Además de las medidas sanitarias habituales (ventilación, mascarilla, higiene y distancia), los test de antígenos servirán para prevenir contagios, siempre y cuando se hagan de forma adecuada.

Cómo funcionan los test de antígenos

Los test de antígenos detectan fragmentos del coronavirus, concretamente un tipo de proteínas específicas del SARS-CoV-2 denominadas antígenos. Son muy sensibles a cargas virales altas, por lo que resultan útiles para diagnosticar a personas sintomáticas y distinguir entre infecciones que producen síntomas similares, como resfriados, gripe o alergias. Sirven para detectar a personas con alta capacidad infectiva que son las que más contribuyen a la transmisión del virus.

Los test de antígenos funcionan por una técnica de separación y caracterización que los químicos utilizamos con frecuencia: la cromatografía. Igual que el agua (fase móvil) iría impregnando por capilaridad una tira de papel (fase estacionaria), la cromatografía consiste en que la muestra de mucosidad es la fase móvil que fluye por capilaridad a lo largo una fase estacionaria. En la fase estacionaria hay dos compuestos que actúan como detectores, sirviéndose de la afinidad química entre anticuerpo y antígeno. Si la muestra contiene coronavirus, una vez alcance los compuestos detectores, el virus se quedará retenido por ellos. Cuando esto sucede, se revela una marca de detección que significa que el test ha dado positivo en coronavirus.

Cómo se hace un test de antígenos

Los test de antígenos que se venden en farmacias contienen: un hisopo nasal, un tubo con disolución tampón y el dispositivo de cromatografía. El primer paso consiste en tomar una muestra con un hisopo nasal que se debe introducir al menos 2,5 cm en las dos fosas nasales. Esta muestra se mezcla con la disolución tampón. Se dispensan tres gotas en el pocillo de muestra ‘S’ del dispositivo y se esperan entre 10 y 15 minutos al resultado.

En el pocillo de muestra 'S' hay dos componentes, uno es un antígeno que sirve como control y el otro es un anticuerpo con afinidad por alguna de las proteínas antígeno del SARS-CoV-2.

Al colocar la muestra en disolución, esta irá avanzando por capilaridad hasta llegar a la ventana de resultados. En esa ventana hay dos letras: 'C' de control y 'T' de test. En la 'C' hay un anticuerpo que revela color cuando se acopla al antígeno control por el que tiene afinidad. Esto sirve para confirmar que la muestra ha fluido hasta la ventana de detección.

Si la muestra contiene SARS-CoV-2, este se unirá al anticuerpo presente en el pocillo 'S'. Al fluir hacia la ventana de detección, se unirá al anticuerpo presente en la 'T' revelando color, formando un sándwich anticuerpo/antígeno SARS-CoV-2/anticuerpo.

Cómo interpretar el resultado del test

El resultado de la prueba puede ser positivo, negativo o no válido, tal y como se describe en la siguiente imagen:

¿Qué es mejor, un test de antígenos o una PCR?

Las dos pruebas sirven para detectar coronavirus en el organismo. Los test de antígenos son prácticamente igual de específicos que una PCR (es muy difícil que den un falso positivo), pero pierden sensibilidad a medida que baja la carga viral (pueden dar fasos negativos con mayor probabilidad). La principal ventaja de los test de antígenos es que son muy útiles para detectar a personas contagiosas. Además, son baratos (un test de antígenos ronda los 5 €, mientras que las PCR pueden llegar a los 100 €), fáciles de usar y rápidos (en 15 minutos está el resultado, mientras que la PCR puede tardar un día o más). Compensan su menor sensibilidad con su facilidad para detectar a las personas que más pueden contribuir a la transmisión del virus.

Los test de anticuerpos, que son otro tipo de test que se hacen con muestra de sangre, no son útiles para estas ocasiones. Sirven para detectar un tipo de proteínas que el sistema inmunitario utiliza para defenderse del virus, pero no indican la presencia de coronavirus, así que no sirven para identificar a las personas contagiosas.

¿Cuándo hay que hacerse el test de antígenos?

El test de antígenos hay que hacerlo inmediatamente antes de la reunión con otras personas. No vale el día antes, sino unas horas o incluso unos minutos antes. Esto es así porque los virus se replican con rapidez en el organismo, así que un día antes se podría tener una cantidad de virus indetectable, y al día siguiente ser suficientemente alta como para ser contagiosos y dar positivo en el test. Tampoco se puede hacer durante la reunión, ni siquiera al principio, sino antes de entrar en contacto con el resto de los invitados.

¿El test de antígenos es 100% fiable?

Si se ha estado en contacto con un positivo, para que el test de antígenos dé un resultado fiable habrá que hacerlo al menos 5 días después del contacto de riesgo. Si se hace inmediatamente después del contacto de riesgo, lo más probable es que dé negativo, puesto que el test de antígenos no detecta cargas virales bajas.

Lo que sí debe quedar claro es que, si un test de antígenos da positivo, con una probabilidad casi total esa persona es contagiosa. Por eso son tan útiles y tan fiables para estas ocasiones, porque sirven para detectar a las personas potencialmente contagiosas.

¿El test de antígenos detecta todas las variantes, incluso la ómicron?

Sí, los test de antígenos detectan todas las variantes del SARS-CoV-2, la alfa, la delta… todas las conocidas, incluso la ómicron. El test de antígenos no determina qué variante ha producido la infección; para eso habría que utilizar la técnica PCR. Sin embargo, para lo que nos ocupa, que es no contagiar a otras personas, saber la variante es indiferente.

Las personas vacunadas, ¿también deben hacerse un test?

Sí, las personas vacunadas también deben hacerse un test de antígenos antes de las reuniones navideñas. Incluso estando vacunados es posible ser portador del virus y transmitírselo a otras personas.

Las personas vacunadas también contagian, pero menos que las no vacunadas. Según las evidencias más recientes, los vacunados eliminarían de su organismo el virus de forma mucho más rápida que los parcialmente vacunados o no vacunados. Además, muestran menor carga viral general, menos síntomas y menor duración de la enfermedad, lo que contribuye a que la probabilidad de contagiar a otras personas sea menor.

Las vacunas contra la COVID-19 protegen de la muerte y las hospitalizaciones en un 70%-90% de los casos, que es lo más importante. No obstante, no son vacunas esterilizantes, es decir, pueden disminuir la probabilidad de contagio, pero no lo evitan completamente. Esto no es algo nuevo o inusual en una vacuna; las del sarampión, la difteria o la varicela tampoco son esterilizantes, aun así han servido para cortar la transmisión y han salvado incontables vidas.

Si no hay síntomas, ¿también es necesario el test?

Sí, si no hay síntomas también es necesario hacerse un test antes de cualquier reunión navideña. Las personas que más contagian no siempre presentan síntomas, de hecho, sintomáticos y asintomáticos presentan picos de carga viral equivalentes. Es decir, la carga viral, y por tanto la capacidad de infectar a otras personas no depende de los síntomas.

Los test de antígenos se deben comprar en farmacias

Desde julio las farmacias pueden vender libremente test de antígenos sin receta. Además, cada vez hay más laboratorios farmacéuticos que los fabrican y distribuyen, lo que ha contribuido a que su precio sea más asequible.

Las farmacias son garantía de calidad, algo que no siempre ofrecen otros puntos de venta. Los test que dispensan han pasado los controles sanitarios pertinentes, además, los farmacéuticos pueden resolver cualquier duda sobre su funcionamiento y ayudar a hacer la prueba correctamente, lo que contribuye a aumentar la fiabilidad de los resultados.