PSOE, Unidas Podemos y ERC consultan estos días a las bases sobre sus hipotéticos pactos de investidura. De momento, conocemos ya el resultado que ha arrojado la votación entre los militantes socialistas. El 92% de los que se pronunciaron lo hicieron a favor del pacto con Pablo Iglesias.

Me parece previsible que las bases respalden en mayor o menor medida las tesis defendidas por su Secretario General. Lo que considero más alucinante es el hecho de empujar a la gente a que se pronuncie sobre algo que desconoce absolutamente. La pregunta a las bases socialistas era la siguiente: "¿Apoyas el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un gobierno progresista de coalición?". ¿Qué acuerdo? Porque lo único que conocemos es el papel de varios puntos genéricos que ambos partidos firmaron el día que Sánchez volvió a coger el sueño y compareció para abrazarse públicamente con Iglesias. Ese escrito, de tan abierto que era, lo suscribiría casi todo el arco parlamentario. Por lo tanto, se les ha pedido a las bases – igual que está haciendo la formación morada- que se pronuncie sobre un pacto del que no se conoce la letra pequeña.

La segunda duda que me asalta es cómo va a ser ese gobierno de coalición; una información de la que también carecen los militantes. ¿Les da igual que Iglesias pudiera asumir finalmente, por ejemplo, el Ministerio de Trabajo? ¿No les importaría, llegado el caso, que la formación morada consiguiera de pronto varios Ministerios importantes, en contra de lo que dijo Sánchez? ¿Les da igual, en el caso de los inscritos de Unidas Podemos, que su líder al final tuviera que asumir, por ejemplo, que no hay margen para subir las pensiones? No sé. Es que me parece muy arriesgado votar así, al bulto.

Por último, me gustaría saber si a las bases de estos partidos les importa que el gobierno de coalición salga adelante con el apoyo de ERC. Me pregunto si hubieran votado que sí en el caso de que las negociaciones se estuvieran desarrollando con Ciudadanos ("Con Rivera, no") en lugar de con los independentistas o habrían variado su voto si la formación naranja estuviera dentro de la ecuación. Es decir, ¿lo importante es llegar al gobierno, al margen de qué partido lo hace posible? El portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, aseguró hace una semana en La Sexta que antes de la consulta interna, los militantes tendrían más información. Mentira.

Da la sensación de que los actuales líderes políticos utilizan a las bases como coartada para no tener que arriesgar con sus estrategias y para no tener que responder de sus propias decisiones. Creo que es una falta de respeto hacia los militantes convocar votaciones internas sin proporcionarles los detalles de lo que está en juego. En general, me parece que deberíamos ser un poco más exigentes con nuestra clase política que, no lo olvidemos, piensa primero en lo suyo y luego, en lo de los demás, que somos todos nosotros.