No hay nada más feliz para los niños y niñas - a veces también para los adultos- que la magia de la Navidad y de los Reyes Magos. Aunque cuando vamos creciendo esa magia se transforme y el Día de Reyes se vea de otra manera. Porque aunque los niños sepan la verdad, la magia no tiene por qué romperse.

De hecho, es algo natural. Forma parte de nuestra evolución. "Fomentar las creencias en la fantasía y el pensamiento mágico es beneficioso ya que es una parte normal y saludable del desarrollo infantil", asegura a laSexta.com Desirée Díaz Gutiérrez, psicóloga infantil del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.

Sin embargo, cuando los niños van creciendo, ese pensamiento se va volviendo más racional. Por ello, y por regla general, "la mayoría tiende a enterarse de forma progresiva del 'secreto' de los Reyes Magos, puesto que van siendo más conscientes y esto hace que lo vayan aceptando de forma natural", añade la experta.

Es más o menos "a partir de los 7 años, cuando los niños empiezan ya a tener un pensamiento más racional, y no tan mágico, y empiezan a ser más conscientes de sus actos", explica por su parte Cristina Ramos, psicopedagoga del Instituto Centta.

Así, opina Ramos que "cuanto más tarde peor, cuanto más mayor sean los niños/as, porque ya no tendrá tanto sentido para ellos el relato de los Reyes Magos. Por ello, sería bueno que "a partir de los 7 años, aproximadamente, se lo vayamos contando, no a lo mejor desvelando el misterio del todo, pero sí podemos hacerlo de forma progresiva, con pequeños gestos o comentarios".

Pero es cierto, tal como afirma Laura Palomares, psicóloga del centro Avance Psicólogos, que cada niño/a es un mundo y tiene una sensibilidad particular, por lo que es muy difícil hablar de una edad exacta. Así, es muy importante tener muy en cuenta "las diferencias individuales de cada niño/a que son las que nos ayudan a percibir cuando ha llegado el momento para contarlo. Y ese momento, normalmente suele ser cuando empiezan a cuestionarse aspectos de la vida, del entorno y claro está, también de los Reyes Magos".

Debemos atender siempre a diferencias individuales de cada niño/a para a percibir cuando ha llegado el momento, y éste normalmente es cuando empiezan a cuestionarse aspectos de la vida, del entorno y claro está, también sobre los Reyes Magos

Laura Palomares, psicóloga

Según explica esta experta, "es sobre los 7-10 años la edad en la que los niños/as empiezan a cuestionarse aspectos de la vida, desde un punto de vista más lógico, es la etapa en la que su cerebro empieza ya a manejar conceptos abstractos, van entendiendo la contradicción y la paradoja, la negociación, etc. Aún así siempre es bueno atender a la madurez y momento de cada uno".

La psicóloga Alba Fernández, de bluaU de Sanitas indica esa etapa entre los 6/8 años, es decir, "aproximadamente, alrededor de los 6-8 años niños empiezan a diferenciar con más claridad entre la realidad y la imaginación, y es probablemente es en esta etapa donde empiezan a surgir dudas y preguntas más concretas".

Por ello es fundamental, y así lo aseguran todas las expertas, atender siempre a las diferencias y a la madurez de cada uno de los niños/as. Y como regla general, podemos guiarnos, según las expertas, por el momento en que empieza esa transición al pensamiento más racional y empiezan a cuestionarse cosas. Porque una cosa muy clara que todos debemos tener en cuenta es que no podemos mentirles, porque esto sería mucho peor para los pequeños.

Cómo contar a los niños la verdad los Reyes Magos...

No es nada raro que las familias tengan dudas sobre cómo contárselo a sus hijos/as, cuando va llegando el momento, pero lo verdaderamente importante, es poner el foco de atención en no engañarles. La mentira puede ser muy negativa en los pequeños.

Así, "lo recomendable es acompañarlos en esas dudas e intentar razonar con ellos teniendo siempre como objetivo la intención de aclarar todas sus preguntas, sin mentirles. Si se diera el caso, se les puede explicar la tradición de los Reyes Magos en ese mismo momento", explica Fernández.

No obstante, es importante recalcar, matiza la experta, que "no es dañino psicológicamente para los niños el hecho de mantener la ilusión unos años. Lo que puede generar más frustración y desconfianza hacia los familias sería transmitirles mentiras elaboradas para que no descubran la verdad".

No es dañino psicológicamente para los niños el hecho de mantener la ilusión de los Reyes Magos durante unos años, lo que puede generar más frustración y desconfianza hacia las familias sería transmitirles mentiras elaboradas para que no descubran la verdad

Alba Fernández, psicóloga

Porque es cierto que hay veces que las familias luchan por no revelar la verdad, anticipando que los niños, una vez se enteren, puedan sufrir o no vivir la Navidad de la misma forma "Sin embargo, es aconsejable recordar que en algún momento tienen que enterarse de lo que ocurre y que no necesariamente eso tiene que romper la magia", sostiene Fernández. De eso esa magia puede transformarse en algo más bonito. Porque los hacemos a ellos también partícipes de todo el proceso. Vivimos otra época donde esa magia es compartida.

Es cierto que lo ideal, sostiene Díaz Gutiérrez, y es algo en lo que coinciden todas las expertas, en que sean "los progenitores quienes pudieran contárselo antes de que se enterasen por otros medios; pero, ante cualquiera de esas situaciones, y si bien es cierto que los niños pueden llegar a sentirse algo decepcionados, no suelen verlo como una traición directa de sus familias".

Así es recomendable que "una vez que lo saben, ser lo más sinceros posibles y explicarles con normalidad los motivos del porqué hacerles creer en los Reyes Magos: hacerles feliz y conseguir que pasen una noche mágica".

En ocasiones, y es algo que debemos tener en cuenta, "suelen surgir inseguridades, ya que no queremos decepcionarles ni desilusionarlos; por ello, es mejor hacerlo en cualquier otra época del año (no durante las navidades) y no de forma directa, para facilitar que sea lo más suave y progresivo posible.

Por ello, podemos por ejemplo, preguntarles qué opinan de ellos, qué saben o qué dudas tienen. Preguntas y respuestas que pueden incluso propiciar que ellos mismos se den cuenta", aconseja Díaz Gutiérrez.

Según comenta Palomares, "es importante prepararlos primero, con preguntas y reflexiones que les vayan acercando a la respuesta progresivamente, hasta hablarlo con ellos abiertamente". En el caso de estar cerca de la fecha y aún no se lo hemos dicho, "es mejor esperar al año que viene y contárselo con antelación, para que pregunten y se preparen".

Y también hay que saber, tranquiliza Díaz Gutiérrez que "aunque hayamos sido lo más cuidadosos posible, pueden sentirse dolidos o decepcionados, en estos casos, debemos ser pacientes y aceptar sus emociones; poco a poco lo aceptarán".

...y no perder la magia y la ilusión del Día de Reyes

Como comentábamos antes, la magia no tiene que romperse. De hecho, los pequeños/as una vez que lo sepan "es recomendable que sean partícipes de ese momento, que se involucren con la tradición y que continúen con los valores de amor hacia las personas que queremos", comenta Fernández.

Es cierto y qué duda cabe de que todos nosotros recordamos un antes y un después del misterio de los Reyes Magos: "Un tiempo en el que lo mágico cabe y de repente deja de estar", afirma Palomares. Por ello, es clave "ayudarles a ver que efectivamente se lo contamos porque están preparados y se están haciendo mayores, pero sin renunciar obligatoriamente a que dejen de creer, de otro modo, en la magia", añade.

De esta forma, podemos enseñarles, aconseja la psicóloga, que "hay momentos 'mágicos' y especiales cuando juegan con amigos, cuando están con la familia y también cuando se continúa celebrando los Reyes Magos, por el hecho de celebrarlo con los demás". Y de regalar a todas aquellas personas que queremos.

Además, incluso también podemos pedirles ayuda para proteger el secreto y la ilusión de los más pequeños/as de la familia hasta que ellos/as también estén preparados. "Esto les ayudará a mantener otro tipo de ilusión y re-enfocar el significado de los Reyes Magos como una celebración que, aunque de otra manera, sigue siendo especial", finaliza Palomares.