La rinoplastia es la cirugía plástica facial más realizada en España, solo por detrás de la blefaroplastia superior (cirugía de párpados). Se estima que se realizan al año unas 30.000 rinoplastias, de las cuales el 70% las realiza el otorrinolaringólogo cirujano de cabeza y cuello, según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC).

Sin embargo, cada vez es más frecuente la proliferación de ofertas de rinoplastias 'low-cost' que no cubren ni siquiera los costes mínimos de una operación donde se garantice la seguridad y la salud del paciente. "Cuando alguien nos oferta una operación con una rebaja llamativa siempre es a costa de escatimar en elementos básicos que exige una operación con un mínimo de garantías para el paciente", asegura el doctor Eduardo Morera presidente de la comisión de Cirugía Plástica Facial de la SEORL-CCC.

Tanto él como sus colegas de profesión advierten, en el n el 74 Congreso Nacional de esta sociedad científica que se celebra del 5 al 8 de octubre en el Hotel Meliá Castilla de Madrid, que la tasa de reintervención tras una rinoplastia 'low-cost' podría superar el 50%, al no tenerse en cuenta en estas cirugías los aspectos funcionales y centrarse solo en la estética.

Es por ello que reivindican la importancia de que el paciente candidato a una cirugía de nariz sea valorado por un especialista adecuado, ya que en los últimos años han aumentado considerablemente las reintervenciones.

Las razones por las que los pacientes solicitan recurrir a esta cirugía, a una rinoplastia, son una mezcla entre la estética y la función. "Nos encontramos con hombres y mujeres con problemas para respirar por la nariz que solicitan reintervención tras haber acudido a clínicas 'low-cost' donde solo han contemplado la estética a la hora de realizar la rinoplastia.

Sin embargo, no debemos olvidar que estas operaciones deben conservar o mejorar la funcionalidad de la nariz", apunta este especialista. Así, la otorrinolaringología es la única especialidad que aborda de manera integral la nariz e incluye en sus planes nacionales de formación la rinoplastia en su doble vertiente funcional y estética. Según estudios recientes, las tasas de revisión después de la rinoplastia primaria rondan entre el 5% y el 15%, siendo la obstrucción nasal una de las causas más frecuentes de reintervención.

Qué saber antes de someterse a una rinoplastia

Tal como explica el doctor Morera, los elementos estéticos y funcionales no se pueden separar y hay pacientes que deciden hacerse una rinoplastia, pero desconocen si tienen problemas funcionales de la nariz: "Si la parte funcional no está tratada adecuadamente, el paciente puede experimentar síntomas que empeorarán su calidad de vida, como el no respirar bien, dificultando la actividad física normal y el descanso nocturno".

Por ese motivo, añade, "el paciente debe someterse a un examen por parte del otorrinolaringólogo para comprobar si existe algún tipo de problema de respiración nasal como una desviación del tabique nasal, una rinitis crónica o una sinusitis".

Por último, debemos destacar que "la forma definitiva de la nariz debe consensuarse con el paciente antes de la intervención. Los rasgos faciales, la etnicidad o la estética personal deben tenerse en cuenta, sin dejar de lado la funcionalidad".

Pues, "el objetivo de la rinoplastia es obtener una nariz armónica y natural, que permita realizar las actividades de la vida cotidiana y que sea estable a largo plazo. Una buena rinoplastia es aquella que sirve para toda la vida", concluye el otorrino.