Desde este mismo martes -1 de agosto de 2023- las madres con VIH podrán adquirir de manera gratuita leche de fórmula para así evitar el riesgo de trasmitirle a sus bebés esta infección, a través de la lactancia materna.

De este modo, lo ha suscrito el Ministerio de Sanidad y ha sido ya publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El acuerdo se ha firmado en conjunto con la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos de Dietética Infantil (ANDI) y la Fundación Española de Pediatría (FEP).

Tal como explican los especialistas, el VIH se transmite por vía sexual, por exposición a sangre infectada y por transmisión de la madre embarazada a su hijo durante el embarazo, el parto y el posparto. Así, el concepto de transmisión perinatal abarca todas las posibilidades de transmisión, incluida la exposición a leche materna durante el postparto.

No obstante, y según informa el Ministerio de Sanidad, la probabilidad de infección neonatal ha disminuido significativamente gracias al cribado en el embarazo, el tratamiento antirretroviral (TAR) de la gestante y la profilaxis en el recién nacido. En este contexto, debe tenerse en cuenta la lactancia como un momento de riesgo de infección.

Es por ello que la dispensación gratuita de leche de fórmula es una manera de disminuir o prevenir el riesgo de contagio a los recién nacidos: "La alimentación con fórmula adaptada es la única estrategia eficaz prevenir la transmisión del VIH de madres a hijos e hijas durante la lactancia según las recomendaciones científicas", tal como explican desde Sanidad.

La dispensación gratuita de la fórmula láctea está indicada para niños de hasta seis meses de edad en los hospitales donde hayan nacido y en los que se le realiza el seguimiento para descartar la infección por VIH; siendo, por otro lado, la cantidad de leche estimada en el convenio de 34 botes de 800 gramos de preparado por bebé, para un número aproximado de 70 lactantes, "máximo 100"; el valor de mercado de las fórmulas infantiles objeto de la donación ronda los 70.000 euros.

Por su parte, cada centro fijará el circuito de dispensación, que podrá ser desde la Farmacia del Hospital, el almacén de alimentos o por el propio pediatra que hace el seguimiento del paciente en consulta. La primera entrega se hará al nacer y antes de ser dado de alta en la maternidad, en la que se le suministrará la cantidad establecida para el primer mes de vida; las siguientes se harán con una periodicidad que será la del seguimiento en consulta.

El programa, que tiene una vigencia de dos años a partir del día de su inscripción en el Registro Estatal de Órganos e Instrumentos de Cooperación (REOICO), solo contempla la dispensación de fórmula adaptada. Así, otros tipos especiales como hidrolizados se administrarán por las unidades correspondientes (pediatría, gastroenterología, etc.), por los mecanismos ya establecidos de leches especiales, visada y con el circuito que ya existe para cualquier lactante no expuesto a VIH.