Los alimentos y su forma de cocinarlos son importantes. Pero para evitar el dolor de estómago, la acidez, el ardor, los gases y en general los síntomas de esas digestiones pesadastan frecuentes después de las cenas y comilonas navideñas, es importante prestar atención a otros factores.

Esencialmente, a cómo comemos y a lo que hacemos durante y después de esas cenas y comidas. Por ejemplo, ¿hacemos sobremesas demasiado largas? ¿Tenemos o no que pasear después de comer? ¿Merece la pena tomar alguna infusión? ¿Tenemos que compensar comidas como se piensa en estas fechas y ocasiones?

"Es frecuente que haya maldigestión por alteraciones funcionales del tubo digestivo. Por ejemplo, la dismotilidad del intestino delgado producen sensación de pesadez", explica a laSexta.com la Dra. Dolores Sánchez Manzano, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

La dispepsia funcional es uno de estos trastornos funcionales digestivos más comunes, que comprende un conjunto de síntomas de indigestión bien conocidos por la mayoría: ardor o dolor de estómago, hinchazón, gases o sensación de sentirse lleno o saciado de forma temprana al comer.

También ciertas enfermedades gastrointestinales ya presentes en las personas pueden verse alteradas. Por ejemplo, y según informan desde Farmasierra, durante estas fechas, "pueden intensificarse trastornos gastrointestinales como el Síndrome de Intestino Irritable (SII), que afecta a cerca del 15% de la población".

Por ello, es importante que todos en general -incluidas por supuesto, las personas con patologías o enfermedades digestivas- tengamos en cuenta cuatro claves para intentar evitar en la medida de lo posible estas digestiones pesadas que pueden, sin duda, arruinarnos las navidades y no permitir disfrutarlas tal como nos gustaría.

1. Come despacio, masticando bien los alimentos

Sí, es importante comer y masticar más despacioy con calma los alimentos. No debemos olvidar que "la digestión comienza por la boca, por lo que para tener una buena digestión hay que masticar y ensalivar correctamente. Hay que comer con calma y darle tiempo", explica la doctora Sánchez.

También será importante para que la sensación de saciedad o de plenitud llegue antes. Esto es, si comemos deprisa, esa sensación de plenitud llegará más tarde porque la hormona reguladora (leptina) tarda un poco en liberarse, como explicamos en este artículo. Además, comer despacio hará que comamos mucho menos.

2. Intenta no tomar demasiadas grasas, sal y azúcares

Es importante controlar bien la cantidad que tomamos de cada plato. Puede parecer obvio, pero como explicaba el Dr. Francisco Botella, endocrino de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en este artículo, la cantidad de comida importa y mucho. Para tener una mejor digestión y evitar todos esos síntomas tan molestos, mejor no quedarnos del todo llenos.

También, claro está, son clave los alimentos y la forma en que están cocinados. Por ello, es importante en la medida de lo posible, no excedernos con las grasas, las sales y los azúcares, pues de hacerlo, la digestión tardará más en comenzar. Un consejo que nos daba este experto era el de tomar fruta de postre y no dulces, porque como ya habremos tomado en la comida muchas grasas, sal,azúcares… evitaremos tomar aún más.

3. Mejor, no hacer sobremesas demasiado largas

"Es mejor no caminar inmediatamente después de las comidas para hacer una buena digestión, simplemente sentarnos, es decir, para favorecer la digestión no es necesario moverse después de haber comido", explica la doctora Sánchez.

Sin embargo, es importante evitar las sobremesas largas porque normalmente en ellas hay dulces y alcohol y aumentaremos aún más los síntomas de esas digestiones pesadas. Lo que sí podemos tomar en la sobremesa, que puede sentarnos bien, será algún tipo de infusión, siempre claro está, que no lleve azúcar.

4. Y no, no es bueno saltarse comidas ni "compensar" nada

Y por último, uno de los mitos más extendidos: si hoy he comido mucho, hoy no ceno. Nada de esto es cierto. Porque además si hemos comido mucho en la comida y nos saltamos la cena, probablemente llegaremos con mucha hambre al desayuno y tomaremos más comida de la habitual. Es importante comer siempre en función del hambre que tengamos.

Podemos eso sí, cenar más ligero y cosas que sean de fácil digestión como una tortilla francesa y un yogur, un caldo de pollo... y evitar los alimentos ultraprocesados y aquellos platos que contengan grasas, azúcares y sal. También sería importante -como explicamos aquí- reducir el consumo de esos tres elementos durante los días siguientes a la comilona. Pero debemos comer algo siempre, sea de comer o de cenar, porque no es bueno irse a la cama con hambre o saltarse comidas.