Ladrones, tramposos,
mentirosos, el estigma está inmerso en nuestra sociedad. Prejuicios marcados
únicamente por su etnia gitana. "Dificultades tan básicas como el alquiler de
una vivienda, el acceso a un local, el poder realizar una entrevista de trabajo",
explica Fernando Morión, miembro de la Fundación Secretariado Gitano.
Por eso, Amanda una gitana
madrileña ha decidido hacerlo visible y tatuarse uno de estos prejuicios en la
piel. Para ella el dolor de la aguja ha sido algo llevadero cuando lo que está
detrás es este mensaje: "Soy gitana y no soy de fiar".
"El tatuaje que más
duele no es el que llevas en la piel, es el que sufres dentro de ti": con esta
campaña la Fundación Secretariado Gitano quiere acabar con situaciones que
viven a diario. "Varias veces, ir a comprar al supermercado y notar como el
guardia de seguridad me persigue", explica Amanda, protagonista de la campaña.