"Un café te dice que la vida continúa, que nadie es imprescindible y que, cuando tú faltes, otro se sentará en tu lugar. Y no pasa nada". Este es el fragmento de una historia que comienza en el madrileño Café Comercial, en pie desde 1887. Se trata de un lugar de encuentros y tertulias entre escritores, donde la tradición y las historias se han mezclado siempre con el sabor del café.

Y entre esas historias ha aparecido la de Juan Bohigues, camarero que, durante 24 años, se dedicó sencillamente a escuchar a sus clientes. "Cuando diez o 20 desconocidos te llenan con sus historias, dices: '¿Yo qué soy?'. Quería utilizar todo eso para agradecer que me hayan incluido en su vida, y qué menos que comunicarlo", destaca Juan. Y lo hizo de la mejor forma que sabía: escribiendo. "Yo escribía rompiendo las teclas, con rabia... Es mi lenguaje, es mi voz", asegura.

Durante sus años en El Café Comercial, Juan transformó esas historias en relatos. Algunos de ellos ahora ven la luz en este libro escrito junto al periodista Javier Azcue. La clienta que ocupaba siempre el mismo lugar; los militares que, poco a poco, fueron desapareciendo del café; la chica ucraniana del metro, o el anciano que no salía de su cama en Nochebuena.

Cuentos de gente real con historias que hablan de todos nosotros. "Cuando llega alguien y te da su alma... Eso que me han dado no voy a dejar que se muera", subraya el escritor. Y esas historias nunca morirán porque la literatura también sirve para mantener viva la memoria de quienes, alguna vez, tuvieron algo que contar.