Viajestic» Escapadas

Islas Baleares

Menorca, un delicioso destino de slow travel

Menorca es uno de los destinos nacionales más idílicos, una isla mediterránea y preciosa que se ha erigido como un monumento al slow travel porque a Menorca se va, sencillamente, a disfrutar.

-Camí de Cavalls

Camí de CavallsImagen cortesía de Turismo de Menorca (menorca.es).

Publicidad

Entre confinamiento y confinamiento, entre cierre perimetral y cierre perimetral, bajo el pesado manto de la pandemia y con el ánimo ya cansado de tanto encierro... pensamos en Menorca; y es que un lugar bello y luminoso como esta isla es lo que necesitamos para recuperarnos de la tristeza y el miedo que ha traído consigo la pandemia; dicen que la tercera ola está ya doblando la curva, que bajan los casos y pronto bajarán los hospitalizados y cruzamos los dedos, además de cumplir con los protocolos que sabemos que nos protegen (mascarilla, distancia, higiene de manos, ventilación...), para que sea así. ¿Y después qué? después queremos viajar, aunque no nos vayamos lejos, aunque no salgamos de España ¡será por destinos bellos sin cruzar las fronteras! Menorca, por ejemplo, es un paraíso que no debes perderte.

Cornia Nou
Cornia Nou | Imagen cortesía de Turismo de Menorca (menorca.es).

Es famosa por sus calas y por sus playas, también por su gastronomía, es además esa espina que muchos tienen clavada porque a la hora de buscar vuelos no siempre se encontraba un asiento libre y, por aquello de la oferta y la demanda, los billetes de avión no eran baratos pero el encanto de Menorca no está solo en su luz y en su naturaleza, en su costa o en su interior, está también en su historia y en su esencia; se trata de una isla habitada desde la antigüedad, como atestiguan los restos de la cultura talayótica que se conservan, que recibió a los romanos, a los vándalos, a los bizantinos y también a los musulmanes, una isla de la que se enamoraron franceses e ingleses, una perla mediterránea a visitar porque, ya sea porque se trata de una isla pequeña en la que es fácil darse cuenta de que no por mucho correr se llega antes al final de camino, el ritmo de vida lo marca el Mediterráneo, es tranquilo, es suave, es slow... y es también amable y acogedor.

¿Conseguiremos poner Menorca en el mapa del mundo del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO?, en ello estamos y los vestigios de la cultura talayótica que se conservan en la isla bien lo merecen, piedras milenarias que forman navetas, talayots, taulas o necrópolis que construyeron la esencia misma de Menorca y que hoy admiramos todavía.

Torralba de Salort
Torralba de Salort | Imagen cortesía de Turismo de Menorca (menorca.es).

La naturaleza de la isla también anima a vivir despacio, a vivirla despacio, a disfrutarla: es Reserva de la Biosfera desde hace 25 años y para descubrirla nada como perderte por algunos de los senderos que conforman el Camí de Cavallas, la friolera de 185 kilómetros que rodean la isla y que no creas que se marcaron hace pocos años con el boom de los paseos marítimos ¡qué va! se trata de senderos históricos cuyo origen hay que buscarlo 7 siglos atrás, cuando Jaime II ordenó vigilar a caballo la costa por si se producía algún ataque por mar.

Y no hay slow travel que valga sino no incluye un verdadero deleite de la gastronomía, que en Menorca verás ese placer satisfecho lo demuestra el hecho de que la isla ha sido reconocida como Región Europea de la Gastronomía 2022; los romanos trajeron el vino, los árables el dulce cucussó, los ingleses la ginebra, que hoy es autóctona en Menorca, y la mahonesa que conquistó por la boca al Duque de Richelieu hasta el punto que se llevó la receta a Francia llamándola Mahonnaise en honor a Mahón.

Gastronomía de Menorca
Gastronomía de Menorca | Imagen cortesía de Turismo de Menorca (menorca.es).

La prueba del algodón y la pista definitiva que nos dice que Menorca es un destino de slow travel la encontramos en su cielo, en el hecho de que en Menorca se mira al cielo, a nadie se le ocurre decir que no tiene tiempo de mirar al cielo... de hecho la isla es Destino y Reserva Starlight por la baja contaminación lumínica que permite ver el cielo en todo su esplendor y belleza.

Publicidad