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Monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid: su historia y su vínculo con María de Molina
Viajamos a Valladolid para conocer la historia que esconde el Monasterio de las Huelgas Reales, incluyendo su magnífica iglesia.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Valladolid, donde podemos encontrar un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente sorprendentes y espectaculares. De hecho, un claro ejemplo lo podemos encontrar, precisamente, en el impresionante Monasterio de las Huelgas Reales.
También conocido como de Santa María la Real de las Huelgas, estamos ante un monasterio femenino de la Orden del Císter. Se fundó aproximadamente en el año 1300 y corresponde a la época en la que se comenzó a erigir la segunda muralla de la ciudad castellana. Con el paso del tiempo, acabó convirtiéndose en una de las construcciones más significativas de la zona.
El Monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid, a través de su historia
Para conocer su origen, debemos centrarnos en la figura de la Reina María de Molina. En la etapa de las regencias de Fernando IV y Alfonso XI, no dudó en apoyarse en el Concejo de Valladolid frente a los nobles. Así pues, en 1282, tomó la firme decisión de donar su propio palacio situado extramuros para que se construyese un monasterio cisterciense.
Un gesto que llegó a ser interpretado como una imitación al que hizo Leonor de Plantagenet, mujer de Alfonso VIII, tras patrocinar la fundación de Las Huelgas Reales de Burgos. Sea como sea, el vallisoletano se puso en marcha en 1320, poco antes de la muerte de su fundadora. A los pocos años, concretamente en 1328, fue incendiado por las tropas de Alfonso XI durante la represión de la sublevación de la ciudad. De este suceso tan solo se salvaron una estancia principal, la fachada y la sala capitular.

De ese templo inicial apenas quedan resquicios. Lo más antiguo, de hecho, es el sepulcro de María de Molina, que data del siglo XV, así como una puerta de fortificación que se construyó en ladrillo, con arco de herradura y estilo mudéjar. Estamos ante el único resto de arquitectura de este estilo que queda en la ciudad castellana.
La Iglesia, un elemento a destacar del Monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid
Fue construida por Juan de Nates, Juan Ribero de Rada y Mateo de Elorriaga entre 1579 y 1599, utilizando la piedra, el ladrillo y el tapial como materiales principales. Estamos, indudablemente, ante uno de los mejores ejemplos de purismo arquitectónico en cuanto al renacimiento español se refiere. Dispone de una nave de tres tramos cubierta con bóveda de cañón y un crucero cubierto con cúpula baída.
Destaca, entre otras cuestiones, el Retablo Mayor. Aunque inicialmente fue una obra de Francisco de Praves, lo cierto es que cuenta con relieves y esculturas de Gregorio Fernández y pinturas de Tomás de Prado. En la calle central encontramos la imagen de Cristo desclavándose de la cruz para abrazar a San Bernardo y, sobre ella, la Asunción de María. Sin duda, un elemento verdaderamente impresionante de los miles a destacar de esta Iglesia que podemos encontrar en el Monasterio de las Huelgas Reales ubicado en Valladolid. ¡Espectacular!
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