BRUSELAS
Palacio Real de Bruselas: historia del lugar donde el Rey de Bélgica ejerce sus funciones de Jefe de Estado
Ponemos rumbo a Bruselas para conocer el origen y la historia que esconde su impresionante y espectacular Palacio Real.

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Viajamos a Bélgica, concretamente hasta su capital. Allí, como no podía ser de otra forma, encontramos un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es, indudablemente, el Palacio Real de Bruselas. Se trata de la residencia administrativa y el lugar de trabajo del Rey Felipe de Bélgica.
Está situado en un lugar privilegiado, como es el centro de la ciudad, junto al parque de Bruselas. Cabe destacar que no es la residencia de la familia real, puesto que, desde 1831, se alojan en el Castillo de Laeken, situado a las afueras de la ciudad. Aun así, es el lugar desde el cual el monarca ejerce sus funciones de Jefe de Estado. Como curiosidad, en él ondea la bandera de Bélgica siempre que el Rey se encuentra en el país.
El Palacio Real de Bruselas, a través de su historia
El actual, fue mandando construir en 1815 por orden del Rey Guillermo I de los Países Bajos. De hecho, se creó gracias a la unificación de los conocidos como 4 hôtels particulièrs del siglo XVIII, como son Bender, Belgiojoso, Bellevue y Walckiers. En 1820 comenzaron las obras, y no se vieron terminadas hasta 1829.
Cabe destacar que las alas laterales de esta edificación están perfectamente flanqueadas por dos pabellones, situados a sus extremos. El de la izquierda es el de la Lista Civil, mientras que en el de la derecha encontramos el conocido Museo BELvue, en el que está reflejada la historia más reciente de Bélgica.

Desde su construcción, este Palacio Real ha sido testigo de numerosas reformas. De hecho, la más significativa fue la que se llevó a cabo durante el reinado de Leopoldo II. Para él, este Palacio no solamente era la residencia oficial del Rey y su familia, sino que tenía que representar algo más, como es la propia nación.
Así pues, el arquitecto favorito del monarca, que no era otro que Alphonse Balat, se encargó de ejecutar las obras para transformar las alas izquierda y derecha del edificio, así como la posibilidad de habilitar una serie de apartamentos para huéspedes. Durante el reinado de Alberto II y Paola también se hicieron varias reformas, como la del revestimiento del techo del Salón de los Espejos, obra de Jan Fabre.

¿Se puede visitar el Palacio Real de Bruselas?
La respuesta es afirmativa. Desde 1965, esta edificación abre sus puertas cada año, desde el día siguiente a la Fiesta Nacional hasta finales de agosto, salvo los lunes. De esta forma, los visitantes tienen la opción de acceder a decenas de salas, entre las que se encuentran el ya mencionado Salón de los Espejos, pero también el Salón de Goya o la Sala del Trono, entre otras estancias. El horario para entrar a esta construcción suele ser de 10:30 a 17:00 horas, de martes a domingo, aunque es recomendable verificar los horarios específicos para el período de visita, ya que pueden variar. Además, la entrada es completamente gratuita previa reserva online.
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