¿LO CONOCÍAS?

Cenicientos, el encantador pueblo de Madrid cuyo nombre encierra una curiosa historia

La Comunidad de Madrid tiene innumerables municipios no muy conocidos con una belleza increíble y una larga historia. En Cenicientos os internaréis el pasado rodeados de olivos centenarios y extensos viñedos, ¡es la escapada perfecta!.

Cenicientos, pueblo de Madrid

Publicidad

Madrid es una Comunidad Autónoma con mucho encanto, y siempre hay nuevos pueblos, vistas y gente que conocer. Recientemente os hablábamos de 5 pueblos madrileños que no os podéis perder, y hoy os queremos presentar un pueblo encantador que pocos conocen, y que podréis conocer a menos de una hora de la capital.

Rodeado de olivos centenarios y campos de vides se encuentra Cenicientos, el pueblo más occidental de la Comunidad de Madrid. Este pueblo, que limita con Toledo y Ávila tiene una increíble y compleja historia que remonta varios siglos. Muchos relacionan el origen del pueblo con la Piedra Escrita, un monumento megalítico dedicado a la diosa romana Diana, que data entre los siglos II y IV a.C., y cuya visita es obligatoria si visitáis Cenicientos. El municipio cuenta también con varias necrópolis excavadas en los alrededores del pueblo.

Hay varias historias acerca del origen del nombre del pueblo: la más establecida cuenta que durante la Reconquista, el rey Alfonso VII pidió guerreros y armas para seguir con su lucha contra los musulmanes. Al pedirle al representante del pueblo si podría disponer de cien lanzas, este le respondió: "Con cien y cientos puede contar, Su Majestad". Con el paso del tiempo, "Cien y cientos" se acortó hasta llegar a Cenicientos, el nombre actual.

Un paseo por Cenicientos

El itinerario más recomendado para aquellos que visiten Cenicientos según la Asociación para el Desarrollo Integral de la Sierra Oeste de Madrid comienza en la iglesia de San Esteban Protomártir, de los siglos XV-XVI. A su lado se encuentra la Casa del Cura, siguiente parada en vuestro recorrido. Después bajaréis por la calle de la Ermita hasta llegar a un parque donde podréis ver una cruz de hierro del siglo XII, que compone la undécima estación del antiguo Vía Crucis. Siguiendo adelante llegaréis a la ermita de Nuestra Señora Virgen del Roble, del siglo XV, que fue reconstruida en el siglo XX.

Para terminar el paseo volveréis al parque, siguiendo por la calle Ronda del Este y girando en la calle Real, desde donde podréis llegar a la plaza de la Constitución, en la que giraréis a la izquierda para acceder a la plaza del Fuertecillo. A mano derecha encontraréis la calle Libertad, que desemboca en la plaza de España, desde donde podréis observar la Cabeza de Toro, un monumento de bronce donado al pueblo por el escultor José Antonio Arenillas Cabaña.

Junto con todo este patrimonio histórico, Cenicientos se encuentra en un enclave natural privilegiado, que ha ayudado a crear una cultura gastronómica muy rica. En el tramo de carretera previo al pueblo veréis campos de olivos, higueras y viñedos que crean un ambiente mágico e indudablemente castellano.

Viajestic» Escapadas

Publicidad