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América Sur

Los Roques, un archipiélago en un mar azul turquesa

Venezuela. Un destino para amantes de la naturaleza

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El Parque Nacional de Los Roques, es un archipiélago venezolano, ubicado en el Caribe, a 168 kilometros o 100 millas al norte de La Guaira, en Caracas. Unos 45 minutos de vuelo desde la capital del país. No hay palabras que definan bien la belleza de este rincón de Venezuela de aguas cristalinas, de increibles y vibrantes colores azules que van desde el turquesa al azul intenso, arrecifes coralinos y playas de arena fina y blanca. Islas, cayos y bancos de arena separados por aguas plácidas. Los Roques es comparable a los lejanos atolones polinesios, no hay ningún archipiélago en todo el Caribe que pueda igualar su peculiaridad. Un lugar de ensueño para perderse, para olvidarnos del mundo y dejar pasar los días tumbados al sol. El Parque Nacional de Los Roques es el más grande del Caribe con una superficie marina y terrestre de 225.000 hectáreas, que incluyen 50 cayos y 300 arrecifes coralinos. Es el Parque más virgen del mundo y donde las barreras de coral están mejor conservadas. Debido a su gran valor ecológico, la navegación y el turismo están reglamentados y no es posible construir, así que las infraestructuras de hoteles de lujo no existen. En Los Roques uno puede alojarse en posadas, de pocas habitaciones, eso si, con todas las comodidades y a la orilla del mar. No es tu destino si lo que buscas es lujo y glamour. Es un destino para disfrutar de la naturaleza con todos los sentidos, un lugar ideal para viajar en pareja. Los alojamientos se concentran en el Gran Roque, la única isla habitada, porque es de las pocas que no se inunda con la marea alta. También es posible alojarse en un velero o en un yate, y viajar así por el archipiélago. A menos que tengas barco propio, tu base de operaciones en Los Roques casi seguro que va a ser la isla de Gran Roque. Las calles del pueblo son de arena y te dan una idea de como es el ritmo allí. Las casas son encantadoras, pintadas con colores fuertes que brillan con fuerza bajo el sol del Caribe. Desde Gran Roque salen los barcos para visitar los distintos cayos, sobre todo Francisquí, Madrisquí, Nordisquí y Crasquí. Los nombres tienen un origen curioso, provienen de los corsarios ingleses que utilizaban estas islas como base de operaciones. Francis Key es ahora Francisquí y North East Key se ha convertido en Nordisquí. En cualquier caso, lo mejor es quedarse en una de las islas, con nevera y sombrilla y que te rocojan horas más tarde. Naturaleza en estado puro como si estuvieras perdido en una isla desierta. También merece la pena vivir los atardeceres del archipiélago y mirar el firmamento estrellado por la noche, libre de contaminación lumínica. Uno de los mayores atractivos de Gran Roque es el viejo faro en la parte montañosa de la isla. Desde allí se divisa la majestuosidad e impresionante belleza del paisaje,  sus aguas y los cayos mas cercanos. También hay varias lagunas, como la que esta cerca del poblado y del aeropuerto, más bien, la pista de aterrizaje. También es el paraíso para los amantes de la pesca, el buceo y deportes como el windsurf o el kitesurf. Se puede apadrinar una tortuga en la Fundación Científica o pasear por mini cayos que emergen de las aguas. En temporada, de noviembre a abril, se puede comer deliciosas langostas recién pescadas. Al Archipiélago de Los Roques se puede llegar tanto en avión como en barco. Por vía aérea hay vuelos diarios desde el aeropuerto de Maiquetia en Caracas y desde Porlamar en Isla de Margarita.

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