COREA DEL SUR
Un paseo tranquilo por los bosques de bambú de Damyang
La experiencia de verse rodeado casi literalmente por gigantescos bambúes es de lo más exótica para un occidental. Esto es precisamente lo que se puede vivir en Damyang, un bosque de la provincia coreana de Jeolla del Sur donde hacer senderismo, meditar, pasear o, simplemente, disfrutar de una gastronomía diferente.
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Situado en el centro del país, el condado de Damyang es famoso en toda Corea por sus cultivos de fresas y, sobre todo, por su producción de bambú. Allí es posible encontrar prácticamente cualquier tipo de producto manufacturado con este árbol, el cual se estudia y venera en centros como el Museo del Bambú. Hay muchísimo, formando auténticos bosques, cuyos caminos han sido declarados los más bellos de todo el país.
Pasear por los bosques de bambú de Damyang es una experiencia exótica para el occidental, pues no tienen nada que ver con los que estamos acostumbrados a ver en esta parte del planeta. Deslumbra la belleza del intenso verde que hay por doquier, con altos troncos también de un verde intenso que se alzan al cielo casi como si no acabaran. Y, lo mejor, es que lo haremos prácticamente en solitario, ya que no es Jeolla del Sur uno de los lugares con más intensidad turística de Corea. La relajación aquí está más que asegurada.
El lugar más conocido es el Jardín del Bambú Juknokwon, que es el bosque principal de la ciudad de Damyang. Con una vegetación muy frondosa, es perfecto para meditar tranquilamente en alguno de sus caminos. Sentir la brisa fresca rodeando nuestro cuerpo, escapándose entre las hojas de los bambúes, es casi como alcanzar el nirvana (de hecho, la temperatura dentro del bosque baja hasta 7 ºC con respecto al exterior). Abierto en 2003, cuenta con diferentes senderos señalizados. Son ocho, comienzan en un mirador principal y cada uno tiene una temática diferente. Si te quieres hacer todos, habrás recorrido 2,4 kilómetros por el bosque y, además, te habrás topado con bastantes estatuas de osos panda, que decoran los caminos.
Dentro de los caminos, el más famoso es el bautizado como 'El sendero del amor eterno'. Se llama así porque está pensado para ir de la mano con tu pareja. Es de los más largos del parque, con 630 metros, y se trata de un sendero apacible, lleno de curvas y recodos donde ¡ups! se suelen escapar besos inesperados. Una pequeña cascada a lo largo del recorrido es el lugar elegido por muchos para vovler a jurar amor eterno a su pareja o, incluso, pedir matrimonio.
Otro sendero con propósito es el de Los Recuerdos. Se hizo pensando en dos viejos amigos que se encuentran y caminan reviviendo historias pasadas, rodeados de una calma reinante que serena el espíritu. Son 200 metros pero dicen allí que recorrerlo 'rejuvenece'.
Para solitarios, el Sendero del Filósofo. Tras unas escalinatas de piedra, comienza un camino de 360 metros de largo creado para hacer de manera individual y aprovechar para pensar en uno mismo y superar la fatiga diaria. Dicen que el estrés desaparece al llegar al final del recorrido y que no hay nada como dejar volar allí el alma, entre los árboles.
La entrada al Jardín del Bambú Juknokwon de Damyang cuesta 3.000 wons para los adultos. El parque está abierto todo el año de 9 a 19 h. Antes o después podemos aprovechar para ir a la ciudad y probar alguna de las delicias locales. Por ejemplo, el daetongbap (arroz servido y cocinado en un tallo de bambú); o el tteok-galbi, que es una hamburguesa hecha de carne de costilla de ternera a la parrilla. Será un broche de oro a una visita tan espiritual.
Más información:
Jardín del Bambú Juknokwon
Turismo de Korea
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