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UNA FORTALEZA MEDIEVAL RECUPERADA

Malmaison, la prisión victoriana que pasó de castillo a hotel de lujo en Oxford

Las celdas de la antigua prisión del castillo de Oxford se han convertido en estancias en las que se paga por pasar la noche. Y todo porque lo que una cárcel victoriana es hoy uno de los hoteles con más encanto y originalidad de Inglaterra.

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Hace casi un milenio, en el año 1071 de nuestra era, el barón Robert D’Oyly, poco después de que su pueblo normando invadiera Gran Bretaña, decidió construir una gran fortaleza en el pueblo de Oxford. Fue el comienzo de una gran estructura de defensa que, con su torre de piedra y su muralla, servía de protección al castillo de Wallingford, al noroeste.

Abandonado en el siglo XIV, no fue hasta el siglo XIX cuando se recuperó como sede del Gobierno en la ciudad y los juzgados del condado, aunque fue más conocido por ser el lugar de la cárcel principal de Oxford, la cual comenzó en un ala del complejo y acabó ocupando gran parte del mismo, pasando a tener incluso distintivo real. Como presidio de estilo victoriano, con las murallas del castillo como muros y sus torreones defendiendo el interior, en vez del exterior, se mantuvo hasta 1996.

Es entonces cuando el Condado de Oxfordshire decide rehabilitarlo y quitarle toda su carga tétrica. Además de mercado y centro comercial, pasa a tener un teatro y abre sus puertas el que es uno de los hoteles más originales de Inglaterra: el Malmaison Oxford, perteneciente a la cadena Malmaison y que ha conseguido recuperar las celdas para convertirlas en auténticas suites.

La reforma se ha realizado teniendo en cuenta cómo era la prisión, por lo que pasear por sus pasillos es hacerlo por las mismas galerías en las que antes estaban los presos. En total, 95 habitaciones (desde 284 €/noche) pensadas para relajarnos y, sobre todo, sorprendernos, gracias a una decoración cuidada y contemporánea.

Este interiorismo tan especial se desarrolla por todo el hotel, con grandes alfombras con estampado de tartán escocés, cientos de sofás y cojines por todos lados, un tablero de ajedrez siempre dispuesto a una partida... y una de las mejores tequilerías de toda Inglaterra. En su Malbar la carta de cócteles es enorme y, a partir de 5 libras, es posible todo tipo de combinados, champán incluido.

De la gastronomía se encarga su Brasserie, un restaurante que es el alma del hotel, con platos icónicos preparados con un toque diferente. No faltan platos tradicionales como el cordero o los filetes de Black Angus, pero también recetas tailandesas con calabaza o verduras de huertos locales. Sus costillas a la brasa han pasado a ser todo un ‘must’.

Las habitaciones se dividen en diferentes tipos, según su espacio. Algunas se encuentran en lo que fue la casa de detención y corrección de presos, con camas Queen Size. Más amplias son las Superior King y las celdas en la que se permitía a los presos estar más cómodos son también algunas de las mejores habitaciones: las Cell Double.

De todos modos, la estrella es la Executive Suite, con un salón dedicado al cine (con pantalla gigante), un dormitorio con cama gigante de dosel y todas las comodidades.

Sin duda, un estilo de vida que poco tiene que ver con el que tenían sus antiguos ‘huéspedes’ y que permiten adentrarse en la historia de Inglaterra desde un punto de vista único.

Más información:
Malmaison Oxford Hotel

Turismo de Oxford

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