GASTRONOMÍA, CULTURA Y CANALES
10 imprescindibles en una escapada a Ámsterdam
Con un área metropolitana de 1,5 millones de habitantes, Ámsterdam es la ciudad más importante de Holanda. Capital no administrativa (ese honor le corresponde a La Haya), es un centro financiero y cultural único, tanto por su riqueza y tradición como por su singularidad. Y es que no se le considera la Venecia del Norte solo por sus canales, sino también por la inmensa cantidad de arte que atesoran sus museos y palacios.
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Su centro histórico fue construido en el siglo XVII, en la lucha contra el mar que practican los holandeses desde hace siglos. Fue también entonces cuando se crearon los canales semicirculares que hoy componen la curiosa cartografía de la ciudad. No hay nada como embarcarse en ellos para conocer Ámsterdam desde una perspectiva diferente y divertida.
La ciudad es mucho más que los tópicos. Son mayoría los turistas que se decepcionan la primera vez que visitan algunos de los rincones más conocidos, como el Barrio Rojo o los famosos Coffe Shops, ya que la realidad dista mucho de la imagen que algunos se crean previamente. De hecho, en una primera visita a Ámsterdam, ambos destinos pueden ser fácilmente eludibles si falta tiempo.
Mucho mejor centrarse en algunos de sus centros culturales únicos (de hecho, si solo escogiéramos museos, ya tendríamos los 10 imprescindibles), sus parques donde mimetizarse con los locales, sus terrazas... Esos sí que no decepcionan. En la lista faltan lugares como la Catedral, sus cervecerías pequeñas, el zoológico, el Hermitage... pero siempre se puede volver, ¿no?
Rijksmuseum
Igual que es imposible pensar en Madrid sin el Museo del Prado, Ámsterdam se queda coja sin el Rijksmuseum, que abrió sus puertas tras nueve años de remodelación. En su interior, una colección internacional que abarca desde el siglo XII hasta la actualidad y que hace casi imposible que se pueda ver por completo en una única visita. Así, algunos ya se conforman con 'La ronda de noche' (Rembrandt) o con ver su colección de casas de muñecas, algunas del siglo XVII.
Iamsterdam
La esplanada del Rijksmuseum, en el comienzo de la calle de los museos (el de Van Gogh, el de los Diamantes...) cuenta con el logotipo turístico más fotografiado: el de Turismo de Ámsterdam. Su eslogan Iamsterdam está siempre lleno de turistas subidos a las letras y tratando de enmarcar con sus cámaras todo el mensaje. Amantes de los souvenirs, aquí tienen la estrella del programa.
Museo Van Gogh
Ningún otro museo del mundo tiene tantas obras de Vincent Van Gogh como este, visitado anualmente por más de millón y medio de turistas, por lo que se recomienda ir a primera hora para evitar colas. La colección cuenta con 200 lienzos, 500 dibujos y 750 documentos, entre ellos 'Los giradoles', 'Los comedores de patatas' o 'La habitación en Arlés'. La entrada sin ningún tipo de descuento cuesta 17 € y este año se celebra el 'Año de Van Gogh', por lo que hay muchas más actividades en torno al artista.
Casa de Rembrandt
En uno de los canales centrales de la ciudad se encuentra la antigua residencia del pintor Rembrandt van Rijn, que ha sido restaurada para mostrar su antiguo esplendor y cómo vivió en ella durante el siglo XVII. Allí es posible ver su estudio, sus habitaciones privadas, su gabinete de curiosidades y obras tanto de él (hay 260 grabados) como de comtemporáneos y sus pupilos y maestro, Pieter Lastman.
Casa de Ana Frank
Esta casa-museo narra la historia de la pequeña que escribió el diario más famoso de los años de la Segunda Guerra Mundial. El diario original y otras de sus libretas se exhiben como parte de la exposición permanente. Las temporales se centran en la persecución de los judíos, el racismo y el antisemitismo. Las colas para entrar suelen ser muy largas, por lo que hay que acudir temprano.
Canales
Desde un barco o caminando, conocer los diferentes canales de Ámsterdam es toda una experiencia, sobre todo si se es amante de los puentes. Hay docenas y, de hecho, desde el cruce del Reguliersgracht y el Herengracht es posible una vista única que abarca quince de ellos. El Magere Brug destaca por su estrechez y la llamada 'curva dorada' del Herengracht es donde se edificaron las mansiones más suntuosas.
Mercado de flores flotante
¿Qué sería de Holanda sin flores? En Singel se puede disfrutar de un mercado flotante de muchísimas especies diferentes, presentadas en gabarras al modo tradicional. Su historia se remonta a 1862 y es posible comprar los famosos tulipanes, pero también todo tipo de flores más o menos exóticas.
Heineken Experience
Heineken ha convertido su antigua fábrica de cerveza en todo un museo interactivo en el que, además de conocer la historia de la firma, se puede experimentar como si estuviéramos dentro de un parque de atracciones. Ni siquiera hace falta que seamos bebedores de cerveza para pasarlo bien, pero en un viaje con amigos, las risas están aseguradas. 150 años de cerveza holandesa en un edificio de ladrillo interesante y muy bien conservado.
Casas inclinadas
Al estar edificadas sobre suelo inestable ganado al mar, muchas de la casas de Amsterdam suelen estar inclinadas hacia un lado debido a la inestabilidad del terreno. Sin embargo, hay otras que, además, por su estrechez, están inclinadas hacia adelante, facilitando así la subida de mercancías por sistema de poleas. No faltan ejemplos por toda la ciudad.
Molino de Gooyer
Quien piense que no hay molinos en Ámsterdam, se equivoca. El más antiguo es el De Otter construido en 1638 y que dejó de funcionar en 2006 porque los edificios levantados a su alrededor impedían que el viento moviera las aspas. Puede ser visitado por dentro el de Sloten, en funcionamiento desde su construcción en 1847, aunque el más famoso es el de Gooyer, que hoy esconde una fábrica de cerveza y uno de los bares más populares.
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