TRUCOS CONTRA EL CALOR
¿Sirve el ventilador con hielo o es un mito?
¿Cansado del calor y sin aire acondicionado? Dos trucos caseros con hielo que prometen refrescarte este verano: te contamos si de verdad funcionan y por qué.

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Llega el calor, sacamos el ventilador del armario y lo ponemos a funcionar con la esperanza de sobrevivir al verano. Pero cuando el aire que mueve es tan caliente como el ambiente y empezamos a buscar soluciones rápidas. Es ahí donde vuelven los clásicos de todos los veranos: el ventilador con hielo delante, la botella congelada en la cama o junto a la ventana... Trucos caseros que prometen refrescar sin gastar energía. ¿Funcionan de verdad? Sí, aunque no hacen milagros, pero pueden ser bastante útiles si sabes cuándo y cómo usarlos.
El ventilador con hielo es un truco clásico del verano. Consiste en colocar un recipiente con hielo o botellas congeladas frente al ventilador para que el aire que pasa se enfríe ligeramente. No baja la temperatura real del ambiente, pero puede reducir la sensación térmica en un par de grados en espacios pequeños y cerrados, especialmente si el aire es seco.
Otro truco es el de la botella congelada, este también puede usarse directamente sobre el cuerpo o cerca de una corriente de aire. Aplicada en zonas como el cuello o los pies, ayuda a enfriar el cuerpo rápidamente. Es una forma simple de aliviar el calor, sobre todo por la noche, cuando dormir se vuelve difícil.
Ambos trucos funcionan por transferencia de calor: el hielo absorbe energía del entorno mientras se derrite, generando una sensación de frescor. Son soluciones caseras, puntuales y de bajo coste. No sustituyen al aire acondicionado, pero pueden marcar la diferencia en días de calor extremo.
Para aprovecharlos mejor, se recomienda usar recipientes grandes, mantener las ventanas cerradas y situar el ventilador a baja altura. No hacen milagros, pero ofrecen un alivio sencillo y eficaz cuando el calor aprieta.
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