COMBATIR EL FRÍO
¿Funciona de verdad la ropa térmica? La ciencia detrás de estas prendas en tendencia
Con la bajada de las temperaturas, la ropa térmica se convierte en la aliada perfecta para conservar el calor sin renunciar a las actividades al aire libre. Desde los clásicos tejidos aislantes hasta las nuevas prendas calefactables, la tecnología textil avanza para mantenernos siempre calientes.

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Con la llegada del frío, son muchos los que apuestan por las prendas térmicas para mantener el calor corporal y poder seguir disfrutando de actividades al aire libre durante épocas de climas frescos.
Cuando hablamos de ropa térmica nos referimos a aquellas prendas diseñadas para ofrecer aislamiento térmico. Se trata de unos tejidos que deben utilizarse como base, es decir, que deben estar en contacto con la piel para evitar la pérdida de calor.
Este tipo de ropa suele estar fabricada con poliéster, un material transpirable que no solo aísla del frio, sino que también ayuda a alejar la humedad de la piel, pues es un material con una composición que hace que se seca de forma rápida. El poliéster es además ligero y fácil de teñir, lo que lo hace muy atractivo para las industrias textiles.
Su capacidad aislante se debe a su estructura sintética, una propiedad que funciona mejor cuando se combina con otros materiales como aquel de los forros polares. Una buena opción para mantenerse calientes durante los meses más fríos de invierno.
Aun así, cada vez existen más novedades en el mercado acerca de este tipo de tejidos inteligentes y un ejemplo es la ropa calefactable que utiliza fibras de carbono alimentadas por baterías recargables. Se trata de una novedad tecnológica que transforma la energía eléctrica en térmica, es decir, en calor y medición de la temperatura corporal.
Otra novedad en ropa térmica es aquella que utiliza nanopartículas que hacen que la tela absorba el calor. Unos avances tecnológicos que nos permiten mantenernos siempre calientes.
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