SUEÑO PROFUNDO
Lo dice la ciencia: si buscas resolver un problema, duerme
Un sueño profundo tiene más probabilidades de provocar momentos eureka, según un reciente estudio.

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"En un sueño, vi una mesa donde todos los elementos encajaban según lo previsto. Al despertar, lo anoté inmediatamente en un papel", así describía el químico ruso Dmitri Mendeleev cómo logró disponer los elementos químicos en orden.
Alfred Russel Wallace, el padre de la evolución, también llegó a la idea del surgimiento de nuevas especies a través de un sueño. Lo mismo le ocurrió a August Kekulé cuando descubrió cómo se organizan los átomos del benceno.
En ocasiones, los seres humanos experimentan un repentino momento de revelación sobre un problema en el que han estado trabajando, lo que les permite comprender o lograr avances inesperados.
Pese a que esto se sabe desde hace tiempo, los científicos aún no han tenido su propio momento de revelación sobre cómo podría funcionar, aunque el sueño parece influir.
Ahora, un equipo de científicos liderados por Anika Löwe, de la Universidad de Hamburgo (Alemania), ha descubierto que dormir, especialmente dormir más que una siesta, podría ayudar a comprender mejor ciertos tipos de tareas. Los resultados se han publicado en PLOS Biology.
Para comprender mejor cómo el sueño puede conducir a la comprensión al resolver problemas, los autores de este estudio preinscrito pidieron a 90 personas que siguieran una serie de puntos en una pantalla.
Los participantes recibieron instrucciones sobre una tarea aparentemente sencilla que implicaba responder a los puntos en un teclado, pero las instrucciones omitieron un truco que podría facilitar la tarea. Tras cuatro series de ensayos, los sujetos fueron puestos a dormir durante 20 minutos, conectados a un electroencefalograma (EEG) para monitorizar su sueño.
Después de la siesta, los sujetos fueron evaluados de nuevo, y el 70,6% de los participantes tuvo su momento revelador, descubriendo el truco no mencionado que facilitaba la tarea. Todos los grupos mejoraron después del período de descanso, pero el 85,7% de quienes alcanzaron la primera fase de sueño más profundo, llamada sueño N2, lo lograron.
"La pendiente espectral del EEG – afirma Löwe - se ha considerado recientemente como un factor en los procesos cognitivos durante el sueño. Me parece muy emocionante la relación entre la inclinación de la pendiente espectral durante el sueño, los momentos de revelación después del sueño y la regulación a la baja de los pesos, que identificamos como cruciales para los momentos de revelación en nuestro trabajo computacional previo".
En contraste, el 55,5% de quienes permanecieron despiertos y el 63,6% de quienes entraron en un sueño ligero, N1, experimentaron un momento revelador. Los estudios de los patrones de EEG mostraron que una pendiente espectral más pronunciada, asociada con un sueño más profundo, también se podía vincular a un momento revelador.
"Es realmente intrigante que un breve periodo de sueño pueda ayudar a los humanos a establecer conexiones que antes no percibían – añade Nicolas Schuck, coautor del estudio -. La siguiente gran pregunta es por qué sucede esto. Esperamos que nuestro descubrimiento, que podría estar relacionado con la pendiente espectral del EEG, sea una buena primera pista".
Si bien el estudio no comparó a las personas que descansaron o tomaron una siesta con las que no descansaron, un estudio previo del equipo de Löwe que utilizó la misma tarea (pero no dio a los participantes la oportunidad de tomar una siesta) encontró que el 49,6% experimentó momentos reveladores. Por lo tanto, los autores sugieren que una siesta con un sueño más profundo, N2, podría ayudar a alguien que necesita un momento de introspección.
"Creo que muchos de nosotros hemos tenido la experiencia subjetiva de comprender cosas importantes después de una siesta corta – concluye Löwe -. Es realmente positivo no solo tener datos al respecto, sino también una primera pista sobre los procesos que subyacen a este fenómeno. Lo que realmente me impactó al compartir estos hallazgos con mi entorno, especialmente con las personas creativas, fue la gran repercusión que tuvieron. Muchos de ellos se identificaron con nuestros resultados y experimentaron personalmente un gran avance (creativo) después de una siesta".
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