No se puede negar que Taylor Swift disfruta como nadie en los eventos a los que va, y no como Ben Affleck que siempre parece incómodo. Hemos visto a la cantante bailar y cantar como una auténtica fan en las actuaciones de otras artistas como Shakira o Rosalía. Y con su presencia en la 81ª Gala de los Globos de Oro se confirma que es la 'robaescenas' por excelencia.

Los gritos a su llegada a la alfombra roja enfundada en un vestido verde de lentejuelas ya auguraban que sería una de las estrellas de la noche, a pesar de que no ha ganado el premio al que optaba. La cantante, que ya había estado nominada en 2013, 1014, 2020 y 2023 a mejor canción original, ha estrenado este año una nueva categoría de los Globos de Oro y estaba nominada con su concierto 'The Eras Tour' en la categoría de mejor logro cinematográfico y de taquilla que, como no podía ser de otra forma, se lo ha llevado la película 'Barbie' y sus más de 600 millones de dólares recaudados en Estados Unidos, frente a los 250 de la cinta de Swift. Sin embargo, eso no ha impedido que la cantante se alegrara y vitoreara el éxito de su competidora. La actriz también ha compartido momentos con otros asistentes a la gala con los que se ha hecho selfies, como por ejemplo Bill Harder, el actor protagonista de 'Barry'.

Quizá el único momento en el que Taylor Swift ha estado más incómoda ha sido cuando el cómico y presentador de la gala Jo Koy ha hecho un chiste sobre su relación con el deportista Travis Kelce. En su monólogo inicial dijo: "La gran diferencia entre los Globos de Oro y la NFL (Liga de Fútbol Norteamericana) es que en los Globos de Oro tenemos menos planos de cámara de Taylor Swift". La actriz se mantuvo seria mirando fijamente al presentador mientras daba un sorbo a su copa.

Aún así, la afirmación de Joy no ha sido del todo acertada porque las cámaras no han dejado de enfocar a la artista que compartía mesa y confidencias con sus amigas, Selena Gomez, nominada por 'Solo asesinatos en el edificio', y la actriz Keleigh Teller.