Boticaria García señala que los fármacos para tratar la obesidad son como "estrellas del rock", pues todo el mundo los quiere, pero indica que son medicamentos para los que se necesita receta y es un médico el que debe que valorar si la persona es o no candidata para tomarlos.
La experta sostiene que si queremos saber cómo funcionan "hay que empezar cambiando el chip y tratar con más respeto a las personas con obesidad", ya que hay personas con este problema a las que se juzga como si fueran ansiosas, lo que supone un estigma, cuando, en realidad, si están comiendo más de la cuenta es porque en su cerebro "hay un fallo del sistema", dice, y que se denomina hambre hormonal.
Más Noticias
- El reproche de Wyoming a los bancos: "Cada vez hay menos oficinas, menos empleados y desaparece la cobertura bancaria en zonas rurales"
- La advertencia de Wyoming: "Se está normalizando ver a los nazis campando a sus anchas por Europa"
- Guillermo Fesser, sobre las protestas propalestinas en las universidades de EE.UU: "Biden ya tiene su Vietnam"
- El desagradable vídeo viral de un niño: así consigue darle la vuelta a su cabeza
- Omar Montes cuenta en 'El Hormiguero' el secreto de su 'dieta': "Voy a tirar la báscula por la ventana"
Esto viene de los adipocitos, unas células que son los almacenes de la grasa y centros logísticos que mandan señales al cerebro. Si hay mucha grasa, como en los casos de obesidad, ese centro logístico se colapsa y las señales que se envían no funcionan. De esta manera, no llegaría al cerebro la señal de saciedad, algo que no es culpa de la persona, pues "la están troleando y tu cerebro tiene hambre aunque no toque", declara. Ahí es donde entran los nuevos medicamentos, que actúan como 'hackeadores' del hambre.
Cine en Zapeando
Alberto Rey desvela la profesión que tuvo el actor Christopher Lee durante la Segunda Guerra Mundial
El periodista repasa la vida del popular actor que participó en películas como 'Star Wars' o 'El Señor de los anillos'. La familia de Lee descendía del general Lee o Carlomagno y era primo de Ian Fleming, autor de las novelas de James Bond.