India libera a una paloma que estuvo detenida durante ocho meses acusada ser una espía china. El ave fue interceptada en el puerto de Bombay porque tenía en las patas dos anillos metálicos con posibles mensajes cifrados en chino. Después de una larga y exhaustiva investigación, han concluido que esta participaba en unas carreras en Taiwán y debió desorientarse.

Pero esta no es la única, pues a lo largo de la historia ha habido más animales acusados de espionaje. En 1980, apresaron en Sudán a un pelícano cargado de dispositivos electrónicos y cuando los analizaron vieron que eran de Israel, país con el que no tenían buenas relaciones. Así que supusieron que el pájaro era un espía del Mosad, el servicio de inteligencia israelí. Sin embargo, Israel dijo que solo estaba monitoreando al animal para ver sus patrones migratorios.

En 2007, el ejército iraní detuvo a 14 ardillas que merodeaban cerca de una planta nuclear de enriquecimiento de uranio. Se las acusó de trabajar para Estados Unidos y de llevar unos dispositivos de grabación de sonidos. Aunque también se han interceptado a supuestos espías en el mar, como ocurrió cuando encontraron a una beluga en la costa de Noruega, que fue acusada de ser una espía rusa por portar una cámara en un arnés fabricado en San Petesburgo.