"Las compañeras me preguntaban que qué quería hacer y yo les respondía que quería ganar una medalla olímpica. Me decían que estaba loca".

Su pasión por las piscinas empezó con tan sólo cuatro años, y desde entonces, no ha parado de crecer en el agua. "Desde que empezaba a nadar, si no quedaba primera se disgustaba mucho. Si quedaba segunda o tercera, terminaba llorando", recuerda Esteve Ruiz, presidente del Club de Natación de Badalona.

Conocida en el circuito como 'la Phelps española', el sabor de la victoria también le ha hecho llorar, y mucho. Así lo demostró, llorando emocionada, cuando consiguió su primer reinado y conquistó con tres oros y una plata los Mundiales de Dubai.