Una de las quejas de los ciudadanos a la hora de usar la mascarilla es la dificultad para respirar y la supuesta deficiencia de oxígeno. Sin embargo, se trata de una creencia falsa, como explica Boticaria García.

La experta entiende que las mascarillas puede provocar una sensación de angustia, pero no se produce una disminución de oxígeno. Una de las razones que explica por qué siempre va a correr el aire son los huecos que se generan en los laterales y en la base de la mascarilla, que evitan que se convierta en un compartimento estanco.

Además, las mascarillas son un filtro preparado para filtrar partículas, no gases. Por tanto, el virus no lo atravesaría pero un gas no tiene problema y siempre va a estar entrando oxígeno y saliendo dióxido de carbono. "Nadie se va a morir de hipoxia por llevar una mascarilla", dice Marian García.

De hecho, el médico irlandés Maitiu O Tuathail ha publicado el siguiente vídeo en redes sociales con el que pretende demostrar que las mascarillas quirúrgicas no reducen los niveles de oxígeno.