Pese a la libre competencia entre empresas, algunos precios han subido. El recibo de la luz es ahora casi el doble de caro que hace 10 años según Eurostat; tenemos las segundas tarifas de Internet más caras de Europa, sólo detrás de Chipre según la Comisión Europea; y las tres grandes empresas de combustible están siendo investigadas por un presunto pacto de precios.