Durante la campaña electoral, Javier Milei, actual presidente de Argentina, defendió el individualismo extremo y no desaprovechó ninguna oportunidad para colocar su mensaje antiimpuestos. Decía de ellos que son un "robo", algo "aberrante" o una "rémora de la esclavitud", y aseguraba que a su llegada al poder los "destruiría".

La periodista Berta Reventós, corresponsal en Argentina, explica en laSexta Columna, donde se analiza el éxito de Milei, que una parte de sus votantes son de clase alta y muy alta: "Son personas que quieren que el estado no intervenga, que el estado no te gobierne, no se meta en tu vida. Que Argentina tenga políticas liberales y que los impuestos sean bajos para importar y exportar". "Si tú te pagas tu mutua, te pagas tu educación privada y te vas todos los años de vacaciones al extranjero, cuanto menos te retengan mejor", reflexiona la experta.

Pero pese a sus promesas salvajes, tras ser investido, Milei ha subido varios impuestos, como los de exportaciones, y ha recuperado alguno que él votó suprimir sólo hace unos meses, como el impuesto progresivo a la ganancia.