Los españoles que engañaron a Hitler

Las fontaneras de la segunda Guerra Mundial

¿Por qué es importante?Canfranc y Gibraltar, dos puntos de la península que se convirtieron en un hervidero de espías nazis, franquistas o aliados en plena Guerra Mundial. Entre todos ellos, la historia de dos mujeres: Lola Pardo y 'La reina de corazones'.

Canfranc y Gibraltar, dos puntos de la península que se convirtieron en un hervidero de espías nazis, franquistas o aliados en plena Guerra Mundial. Entre todos ellos, la historia de dos mujeres: Lola Pardo y 'La reina de corazones'.

En tiempos de guerra, hay que moverse sin ser detectada. Pasando desapercibida para que tú ganes y el contrario pierda. Como si fueras un personaje del café de Casablanca sin frase en el guion.

En el caso de Lola Pardo, fue literalmente así. Una joven costurera que remendaba las sábanas de una fonda de Canfranc (Huesca) y que acaba llevando documentos secretos para los aliados escondidos en su faja durante tres años hasta Zaragoza.

Su historia permanece en secreto hasta hace poco tiempo. Tampoco era plan, que su marido era guardia civil durante la dictadura franquista. Pero un día, el periodista Ramón J. Campo presenta su libro 'El oro de Canfranc' y una Lola ya muy mayor se le acerca: "Me dijo -donde usted pone punto final, yo pongo punto y seguido-. Tengo que contarle, porque yo no he contado nunca esto. Nuestra vida ha sido historia y no queremos que no se sepa".

"Allí empezó a contar más y más y me enteré de todo", recuerda su hija Lola. Con sólo 15 años, su madre formaba parte de una red de informantes que actuaba entre nazis, autoridades franquistas y la resistencia francesa.

Visto con la distancia del tiempo, puede parecer un juego, pero "hubo un grupo de aquella red de espías que fueron detenidos y juzgados y algunos murieron un poco después de salir de la prisión", relata Ramón J. Campo.

Ocho décadas después de terminar la Segunda Guerra Mundial, muchas de sus protagonistas jugaron un papel fundamental como informantes, pero han permanecido silenciadas o en segundo plano. Quizá porque era más fácil verlas como atractivas secundarias, mientras el protagonista se parecía más a James Bond.

De hecho, en los documentos desclasificados del servicio de espionaje británico aparece una tal 'The queen of hearts', reina de corazones. Una informante que llega a jugar a tres bandas entre los nazis, los aliados y la dictadura franquista. Y que, según su hija, acabó inspirando al novelista de Bond, Ian Flemming: "La protagonista femenina de la película Casino Royale está basada totalmente en mi madre".

Documentación desclasificada de los servicios británicos donde hacen referencia a "The Queen of hearts"Documentación desclasificada sobre "The Queen of hearts"laSexta.com

Una historia increíble, si no fuera porque el investigador Wayne Jamison ha conseguido documentación que acredita su historia. Y porque Liana, la hija de aquella espía (Larissa Swirski, de origen ucraniano), se presenta a nuestra entrevista con una minicámara que le dieron los nazis para cumplir con sus misiones.

Liana enseña la minicámara de fotos que utilizaban en la segunda Guerra MundialLiana enseña la minicámara de fotos que utilizaban en la IIGMlaSexta.com

"Es una cámara que empleaban todos los espías para fotografiar no solo documentación, también personas o paisajes. Era un instrumento imprescindible en esta actividad. Todos los espías tienen que tener una Minox", dice mientras demuestra que el aparato funciona correctamente décadas después.

"Todavía la puedo usar para alguien que me pague bien", bromea esta nonagenaria que servía de tapadera para su madre para poder pasar a terreno aliado. "Los nazis les encargaban muchas veces que confirmasen los efectos de alguna operación de sabotaje que habían llevado a cabo españoles o italianos dentro del Gibraltar", asegura Jamison.

La doctora por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que forma parte de la Red Española de Estudios Históricos de Inteligencia (RESHINT), nos amplía el foco: "Hay muchas mujeres que se arriesgan y que juegan como operadoras de telégrafo, como criptógrafas y también vinculadas con actividades de resistencia".

Parece la descripción perfecta de África de las Heras, una militante comunista que en 1942 se tira en paracaídas en la retaguardia nazi, en terreno ucraniano. Armada con una pistola y una granada, tenía que proteger el libro de transmisiones con su vida porque se encargaba de llevar una radio para recibir las órdenes desde Moscú.

Durante la Guerra Civil había desaparecido porque el servicio secreto soviético (el NKVD) la había captado. Pero llega a ser jefa de la KGB en América del sur y la URSS hace sellos con su cara.