El parque de Doñana contiene un inmenso acuífero bajo tierra del que beben las tierras de los pueblos de alrededor, y ahí está el problema. Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, quiere regularizar y ampliar el suelo agrícola regable en la zona, que podría dar agua a fincas que, en muchos casos, hasta ahora eran de secano o se regaban con pozos ilegales.

Manuel Delgado, portavoz de la asociación de Agricultores Puerta de Doñana explica en laSexta Columna por qué esto es un problema. "Si todavía no se ha garantizado el acceso al agua y el suministro de riego a las hectáreas legalizadas que tienen todos los permisos, ¿cómo se va a ampliar con los mismos recursos hídricos?", cuestiona. Afirma así que "repartir la escasa agua que hay entre más gente es una temeridad, no va a haber agua para nadie".

laSexta Columna pregunta al consejero de medio ambiente de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, sobre la cuestión. Defiende que convertir más suelo en regable no significa que se vaya a regar más: "No nos otorgamos derechos de agua porque no somos competentes, calificamos suelo. Que tú califiques un suelo como regable no quiere decir que lo conviertas en un regadío. Del mismo modo que un suelo inundable no es suelo inundado, igual que un suelo urbanizable no es un suelo urbanizado. Estamos hablando de un terreno que tendría la opción de optar a una concesión legal".

Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana, destaca en este contexto que esos agricultores "ya están regando, están regando con el acuífero". "Si se consideran como regadío, lo único que haces es cambiar el valor de las parcelas. Mi pregunta sería para ellos y la administración, ¿qué va a pasar una vez se legalicen? ¿Van a dejar de regar para esperar 20 años?". Y es que como explica, tienen que esperar a que haya una nueva planificación hidrológica: "¿Van a esperar 15 o 20 años sin regar?", se pregunta.