En la reforma de las pensiones en Alemania, los pilares fundamentales fueron: cambiar la forma de revalorizarlas, introducir los planes de pensiones privadas y aumentar la edad de jubilación a los 67 años. Unas medidas copiadas ya por España.

En la forma de revalorizar las pensiones, se ha introducido el factor de sostenibilidad, “un factor de recorte automático para que el sistema quede en equilibrio”, explica el sociólogo Antonio Brettscheider.

En España, este año, la subida del IPC no se correspondió con la subida de las pensiones. Lo siguiente que va a pasar es que “vais a introducir un factor de sostenibilidad parecido al nuestro”. Es decir, un recorte. Y es que “cuando un político usa la palabra sostenibilidad significa recorte”

Otra medida, era potenciar los planes de pensiones privados, donde “el Gobierno te ayuda a contribuir en él”. Tienen costes ocultos, son caros, tienen baja rentabilidad y los que de verdad ganan son las empresas que venden los planes. “Es una estafa legal”. Acuden a ellos la clase media y media alta.

Para calcular en Alemania lo que le queda a una persona de pensión, se utiliza toda la vida laboral. En España, “se ha ampliado el periodo de 15 a 25 años de cómputo y se va a alargar a toda la vida laboral”.

"Privatizar el sistema público de pensiones es el negocio del siglo"

El sistema público de pensiones “estorba”, declara el sociólogo. Si se privatiza, “es el negocio del siglo. Las compañías de seguros se están gastando mucho dinero para hacer esa campaña y esa inversión les va a crear un negocio enorme”.

En Alemania, la tendencia es “tu no pares nunca de trabajar”. Lo más fácil, es que “la gente no se jubile, que trabaje hasta morir”. Y es que, “la mejor manera de hacer sostenible el sistema de pensiones, es no pagar pensiones”.

Por ello, según explica Antonio, "la tercera edad va a desaparecer y solo la gente enferma, los que no puedan trabajar van a ser los que serán jubilados".