La capitán del Ejército de Tierra Zaida Cantera le cuenta a Jordi Évole en qué momento decide denunciar al teniente coronel Lezcano-Mújica. "Estaba sola en un parking y me agredió dentro de la base, vistiendo de uniforme", explica. "Yo fui a recoger unos equipos que tenía que llevarse mi unidad para ir a Afganistán. Los fui a meter en el maletero de mi propio coche y, sin darme cuenta, apareció por detrás y me agredió. Tuvimos un forcejeo, me aproximó hacia él y me dijo: 'Si mi carrera se ve afectada, acabaré contigo'", detalla. Después de esa agresión, acudió a sus superiores pero no hicieron nada. Por ello, la oficial decidió denunciarlo en el juzgado militar.

"Vi que el teniente coronel Lezcano-Mújica venía con una pistola"

Tras ponerle la denuncia, Zaida relata cómo fue el primer encuentro con el teniente coronel Lezcano-Mújica. "Tras hacer un curso, yo vuelvo a la unidad y me dicen que me han quitado el mando de mi unidad. Ya no soy válida para mandar la compañía que estaba mandando y me ponen a hacer funciones de cartero, entre otras cosas", explica.

Un día, mientras realizaba sus funciones la comunican que tiene que ir a una reunión. "Según estoy sentada, de frente tengo un pasillo largo y veo aparecer a este hombre. Venía con pistola", explica. Una situación que no consigue entender. "Acabo de denunciar a mi jefe, a uno de mis jefes, a un teniente coronel por agredirme, y la Institución permite que vaya andando por un pasillo con una pistola colocada y se siente en una reunión enfrente de mí". Sin embargo, no pasó nada, ni siquiera cruzaron palabra, sólo fue destinada a Sevilla de manera forzosa.