La policía es alertada porque una pareja joven se está peleando en plena vía pública. Llegada al lugar del suceso, otros compañeros tienen retenido al presunto agresor.
La víctima comenta que ambos viven en el mismo piso, y que habían salido para estar en la calle. Han comenzado a discutir, y ya no quería regresar con él a casa, prefería marcharse a la casa de una amiga, con la que después se iría de fiesta. Dice que al hombre le ha dado un ataque de celos, y que ha comenzado a desnudarla y a insultarla. Niega que la haya agredido, y afirma no necesitar una ambulancia.
Piden la documentación al hombre, a la par que este afirma no ser un maltratador. Dice haber perdido la cartera, y exclama que no la ha pegado, y que ha sido ella la que lo ha agredido. Lo trasladan al coche policial, mientras llora.
Al ver que lo detienen, la chica exclama que quiere irse con él. Asegura que nunca le ha pegado, y que es la primera vez que se enfada tanto. Comenta también que ha sido el hombre, quien ha reclamado a la policía.
Ya en el interior del coche, le piden de nuevo la documentación, la suya y la de su novia que, por lo visto, también posee. Dice, nuevamente, que ha perdido la cartera cerca de una tienda de chinos. La mujer aclara que es él, quien lleva siempre la documentación de ambos.
Unos agentes marchan en busca de la cartera. No la encuentran. Se dirigen con la mujer por las inmediaciones en las que han estado. Le ofrecen acercarla hasta su casa, pero prefiere ir a la de su amiga, puesto que en su piso convive con más gente, familiares del detenido. Le recomiendan que llame al 016.