En Málaga, requieren a la policía para que intervenga en un prostíbulo, donde un cliente ha agredido a varias personas.

Llegados al Pub, ya no se encuentra el agresor. Una dueña del local comenta que al principio el hombre estaba tomando una copa, como cualquier otro cliente, pero que, tras varias copas, se ha vuelto muy violento.

Miran en las inmediaciones del local, donde observan los daños causados por el hombre. Ha roto varias ramas de árbol, con las que, deducen, que haya agredido a las mujeres. También las ha amenazado.

Las dueñas del prostíbulo describen el físico del agresor, instantes después los agentes se adentran en el coche y patrullan en busca del fugitivo.