Ni las anchoas, ni el chorizo a la sidra, ni la fabada ni el cachopo de A Cañada llegaron a convencer al chef, y no es para menos. Su entrenado paladar detectó con rapidez que la mayoría de los platos que allí le sirvieron en su primera visita no procedían de los fogones de la cocina, sino del supermercado más cercano.

"Tengo la sensación de que he comido esto antes más veces", decía, sospechando ya lo que después le confirmaría el camarero. "Figura como casero y no es casero, la verdad. Entro al almacén, cojo la lata, me la escondo y voy a la cocina para que la saquen", confesó.

El cabreo de Chicote fue de campeonato. "¿Me estás dando fabada de lata en un sitio que tiene un cartel con la mejor fabada del año de un concurso de no sé qué demonios? No me jodas, ¿estamos de broma?"

Cuando el chef probó el cachopo ya no pudo aguantar más y pidió hablar con Nati. "Esto es de lata, igual que la fabada y los callos. ¿Cómo tienes los cojones de poner la fabada ahí como premiada y que sea de bote? ¿A ver si cuela?", le preguntaba indignado.

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de Pesadilla en la cocina.