En 2015, a Nuria Carrera se le quedó atrapada la mano al intentar acceder al vagón del metro y fue arrastrada por el andén. Hoy en día, esta mujer está incapacitada, tiene dificultades para caminar y se ha sometido a varias operaciones. Ahora comienza un juicio en el que pide una indemnización de 358.000 euros.

Esta mujer asegura que todavía no ha podido ver las imágenes de su accidente, del que recuerda poco porque "perdí el conocimiento". Una vez en el hospital, explica que "me tuvieron que hacer un coma inducido porque si no no lo hubiera aguantado". Afirma que, desde entonces, "necesito una persona cada día para que me ayude en casa, en la ducha, incluso para vestirme y hacer la cama".

"Siempre tengo que depender de una silla de ruedas y no puedo caminar, y nunca podré. Esta pierna no sé el futuro que tiene", se lamenta esta mujer, que asegura que no ha vuelto al Metro: "Me daría un yuyu", comenta María, que asegura que lo más duro de todo este proceso fueron los siete meses que estuvo ingresada en el hospital.