El falso monje shaolín que, presuntamente, asesinó a dos mujeres en Bilbao, ha sido gravemente agredido en la cárcel de Dueñas, en Palencia, donde ingresó en junio del año pasado. Durante el tiempo habitual que los presos pasean por el patio, un interno le asestó tres puñaladas: dos en la cabeza y una en el cuello. Para ello utilizó un arma que fabricó en la propia prisión: un cepillo de dientes bien afilado.
Después de realizarle una cura en la enfermería del centro, fue trasladado al Hospital Río Carrión de Palencia, donde permaneció durante unas horas. A su agresor, un hombre de origen canario de casi dos metros de altura y más de 120 kilos de peso, ni siquiera le importó que estuvieran presentes dos trabajadores del centro.
De hecho cuatro funcionarios resultaron heridos por puñetazos y patadas cuando intentaban trasladarle a su celda. Juan Carlos Aguilar, el falso shaolín, será juzgado en otoño por un doble asesinato en la primavera de 2013.
Está acusado de matar a dos mujeres, una de ellas procedente de Nigeria y la otra de Colombia, en su propio gimnasio situado en el centro de Bilbao. Después de que varios testigos vieran cómo Aguilar obligaba a una de ellas a entrar a la fuerza en su establecimiento, la Policía derribó la puerta y encontró al supuesto monje torturando a su víctima, que falleció dos días más tarde. De momento, el falso shaolín lleva entre rejas más de un año, pero el fiscal y la acusación piden para él entre 40 y 51 años de prisión.
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