Alberto Encinas ha logrado recuperar a su hija Olivia, que ha estado ocho años secuestrada por su madre en Polinia, su país de origen. Existía una sentencia que le daba la custodia al padre y, tras años de lucha y bajo una orden de busca y captura por el secuestro de la menor, finalmente ha podido reencontrarse con la menor, que tiene ahora 11 años.

Ahora, que tiene a la pequeña consigo, cuenta que está "sorprendentemente bien desde el primer día", algo que dice que no es normal en estos casos. Por ello, destaca que "el trabajo de la Policía fue excelente en el momento de entrar en esa vivienda, de hecho mi hija ha venido con un oso de peluche de ellos; la psicóloga que ha tratado a la pequeña es una gran profesional; y la personalidad de mi hija que es muy positiva tiene muchas ganas de conocer cosas".

Más de 50.00 euros invertidos y numerosos viajes hasta Polonia después, la lucha ha concluido para Encinas. "La búsqueda ha sido mucho más dura de lo que muestran las imágenes. En 2017 la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y con esta el nivel de presión con Polonia fue creciendo", explica el padre.

El éxito de la operación reside, según él, en el empeño de los agentes: "Yo, como padre, no podía rendirme, pero ver que los agentes tampoco se rendían me ha llenado, y es lo que ha provocado que mi hija esté conmigo".

También explica que "la policía polaca sabía dónde estaba, la tenían sustraída las instituciones y hasta la propia fiscal de menores estaba metida en el tema".

Así fue su reencuentro

Asegura que todo ha sido muy rápido. "Cuando me giré y ahí estaba mi hija... en ese momento no quería asfixiarla con mi mirada ni que se sintiese incómoda, poco a poco fui hablando con ella, controlé mis emociones en ese momento, me centré en el tiempo que necesitaba mi hija y en muy poco tiempo se abrió y me regaló la primera sonrisa", relata.