Tras hacerse pública la sentencia del Tribunal Supremo sobre el juicio del 'procés', miles de personas se hanmanifestado en las calles en Cataluñay han ocupado la T1 del aeropuerto de El Prat de Barcelona para protestar contra las penas de cárcel impuestas a los líderes independentistas juzgados. En el aeropuerto se han producido cargas policiales contra los manifestantes que han intentado asaltar la terminal.

El ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, asegura que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra ya habían valorado la voluntad de algunos ciudadanos de ocupar algunas instalaciones como El Prat o la estación de Sants. En este sentido, asegura que las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen la indicación de "garantizar los derechos de todos los ciudadanos, los que quieren manifestarse y los que quieren hacer su vida con tranquilidad".

Además, Grande-Marlaska explica que "la Policía, la Guardia Civil y los Mossos no se enfrentan a nadie", e insiste en que "las fuerzas de seguridad solo actúan cuando es necesario, con criterios de proporcionalidad y necesidad".

El ministro en funciones también defiende que "ocupar un espacio como es un aeropuerto y tratar de evitar que tenga un funcionamiento normal no queda legitimado desde ninguna circunstancia", añadiendo que suponen un "perjuicio importante para el conjunto de la sociedad".

"Nadie puede dudar de la legitimidad y trasparencia del juicio del 'procés'".

La respuesta de los condenados en el juicio no se ha hecho esperar. Oriol Junqueras ha manifestado que la sentencia no representa "justicia, es venganza". Grande-Marlaska responde a estas declaraciones recordando que "estamos en un estado de derecho, cada poder tiene su función".

"Nadie puede dudar de la legitimidad y de la transparencia del juicio del 'procés'. El Tribunal ha llegado a una conclusión que es la sentencia y que debe ser acatada", añade, indicando que, a pesar de ello, "puede ser objeto de crítica o de valoración".