La actriz y presentadora Ana Obregón, de 68 años, ha confirmado este martes que la niña nacida por gestación subrogada en Miami es de su hijo fallecidoAlejandro Lequio García y, por tanto, ella no es madre de la recién nacida, de nombre Ana Sandra Lequio Obregón, sino su abuela. El anuncio ha sido publicado por la revista '¡Hola!', en una entrevista donde ha dejado frases muy polémicas que han recogido en Más Vale Tarde.

- 1. "Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es y lo orgullosa que tiene que estar de él".

- 2. "Es una niña que se ha deseado desde el infinito, desde la eternidad, desde el cielo".

- 3. "Tengo una cuna. Va a dormir en el cuarto de su papá, de Aless. Es un cuarto en el que no he tocado nada todavía, porque no me siento capaz. Iba a hacerle un cuartito aparte, pero le dije: 'No. Vas a dormir con tu papá, que te va a cuidar como un ángel por las noches".

- 4. "Gracias a Dios, tengo la suerte de poder dejarla en muy buena situación cuando yo no esté. Y hasta entonces, tengo todo el amor del mundo para darle".

- 5. "Yo le diré a la niña: 'Pues mira, tu papá está en el cielo y lo que él más deseaba era que vinieras al mundo, y tu mamá es una donante'".

- 6. "Me hubiera gustado también un niño, ¿pero quién sabe? Mi hijo quería tener cinco hijos, así que a lo mejor el niño también llega algún día".

- 7. "Fallé a mi hijo y no lo pude salvar, pero esto, que le juré con mi vida, lo he hecho y eso no me lo quita nadie".

- 8. "He vuelto. He resucitado. He vuelto a nacer. Yo me morí el 13 de mayo de 2020 y he vuelto a nacer el 20 de marzo de 2023. Cuando la abrazo, siento que abrazo a mi hijo".

- 9. "La decisión de comenzar con el proceso de ges­tación subrogada la tomé el día que mi niño se fue al cielo. Ese mismo día".

- 10. Sobre cómo fue el parto, si fue por cesárea, natural... "No, ni idea. Yo solo sé que me llamaron y yo me fui para allá. Estaba en una nube. ¡Cuántas emociones para un ser humano! Ahora he cambiado las lágrimas por el reloj. Cada tres horas el bibe, por la noche también. Tengo una preocu­pación que me muero y, claro, ya no tengo tiempo de llorar, ni ganas. Es que ya no hay que llorar.".