Terrorismo con terrorismo
La ruta de la venganza: cómo el Mossad ejecutó a sus enemigos por toda Europa tras la masacre de Múnich
Los detalles Roma, París, Ginebra, Beirut… Nuevos documentos desclasificados revelan los nombres, los métodos y los errores de la sangrienta operación israelí conocida como 'Cólera de Dios'.

Cinco décadas después de la masacre de Múnich, nuevos documentos secretos desclasificados revelan que la respuesta de Israel —la llamada 'Operación Cólera de Dios'— contó con el respaldo clave de al menos 18 agencias de inteligencia occidentales, muchas de ellas europeas. Esta colaboración, nunca reconocida oficialmente, se realizó a espaldas de los líderes políticos de esos países, según informes obtenidos por 'The Guardian'.
El núcleo de esta red de cooperación eraKilowatt, un sistema ultrasecreto creado en 1971 para facilitar el intercambio de información sensible entre servicios de inteligencia aliados. A través de este canal fluyeron miles de cables detallando nombres, movimientos, casas seguras, vehículos y análisis de presuntos implicados en el atentado de septiembre de 1972, donde 11 atletas israelíes fueron asesinados durante los Juegos Olímpicos de Múnich.
La campaña de represalias israelí —coordinada por el Mossad— fue la primera vez que el Estado judío respondió al terrorismo con asesinatos selectivos en cadena, cruzando fronteras y ejecutando operativos en pleno corazón de Europa.
El rastro de la sangre
El primer objetivo fue Wael Zwaiter, primo de Yaser Arafat. Fue tiroteado en Roma con 11 balas: una por cada atleta asesinado. Mientras los palestinos lo describían como un intelectual pacifista, los servicios occidentales aseguraban que traficó armas con los responsables del ataque de Múnich.
Poco después, en París, el líder de la OLP en Francia, Mahmoud Hamshari, fue asesinado al descolgar el teléfono. El Mossad había colocado un explosivo en el auricular. Las agencias europeas lo acusaban de reclutar terroristas.
Otros cuatro miembros de la OLP murieron en los meses siguientes. En Beirut, comandos israelíes respaldados por paracaidistas y vehículos anfibios asaltaron la sede del Frente Popular para la Liberación de Palestina, matando a tres líderes de Septiembre Negro. En París, un coche bomba acabó con Mohamed Boudia, supuesto jefe de operaciones del FPLP en Europa. Según los nuevos documentos, autoridades suizas compartieron información clave para su localización.
Pero no todos los golpes fueron certeros. En julio de 1973, un error de la inteligencia británica provocó el asesinato de un camarero marroquí en Noruega, confundido con Ali Hassan Salameh, considerado el cerebro de Múnich. El escándalo forzó la detención de cinco agentes del Mossad y la cancelación temporal de la operación.
Cinco años después, Salameh cayó finalmente: un coche bomba acabó con su vida en Beirut, cerrando el círculo de una operación que marcó un antes y un después en la historia del contraterrorismo internacional.