Gira oficial por América Latina
Sánchez acaba en Paraguay su gira por Iberoamérica: un viaje ideológico a la izquierda con negocios de por medio
El contexto El presidente del Gobierno pone fin a su gira por Iberoamérica tras recorrer Chile, Uruguay y Paraguay, en un viaje en el que ha reforzado alianzas con líderes progresistas y ha impulsado acuerdos comerciales y culturales para fortalecer la relación económica con la región.

Hace 25 años que un presidente del Gobierno español no visitaba Paraguay. Fue José María Aznar, en 1999, en una gira por América Latina para mostrar el apoyo de España a los procesos de democratización. Ahora, Pedro Sánchez aterriza este miércoles en la capital paraguaya para cerrar su séptima visita oficial a la región. Pero este viaje no es una simple gira protocolaria: es, sobre todo, un viaje a la izquierda.
Desde el arranque en Chile, Sánchez ha marcado el tono político con claridad. En La Moneda, la histórica sede del Ejecutivo chileno, se reunió con varios de los líderes progresistas más destacados de América Latina: Gabriel Boric (Chile), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Yamandú Orsi (Uruguay). Juntos protagonizaron una cumbre contra el auge de la ultraderecha, mostrando un frente común para defender la democracia.
Antes incluso de la reunión, estos cinco líderes firmaron una carta abierta al diario chileno 'El Mercurio' alertando sobre los peligros de los discursos autoritarios y la erosión institucional que vive la democracia. Sánchez lo dejó claro en su discurso: "La democracia enfrenta desafíos graves en todo el mundo: la erosión de las instituciones, la expansión de discursos autoritarios y la desafección ciudadana son síntomas de un malestar profundo".
La siguiente parada fue Uruguay, donde el presidente español reafirmó ese compromiso con la izquierda iberoamericana. Allí se encontró de nuevo con Yamandú Orsi y tuvo un encuentro muy simbólico con Lucía Topolansky, viuda del expresidente José Mujica, a quien visitó en su chacra, una imagen que refuerza el carácter ideológico de este viaje.
Pero el viaje de Sánchez no es solo una declaración de intenciones políticas. La economía y los negocios también tienen su peso. En la gira le acompaña una delegación empresarial, encabezada por Antonio Garamendi, presidente de la patronal española CEOE, que busca abrir y consolidar nuevas oportunidades comerciales en la región.
En Paraguay, Sánchez tendrá una agenda diferente: se reunirá con Santiago Peña, presidente conservador y aliado de Netanyahu, pero también una figura clave para explorar nuevas vías económicas y comerciales. Allí se firmarán acuerdos culturales y de migración circular, y Sánchez defenderá el acuerdo UE-Mercosur, vital para España y Europa.
Un detalle no menor: pese a rodear Argentina, Sánchez no ha pisado el país ni ha mantenido contacto con figuras como Javier Milei, icono de la ultraderecha regional. La gira, ideológica y estratégica, ha evitado el terreno argentino para centrarse en el bloque progresista, pero sin descuidar los intereses económicos.