Ángel Sánchez conoció a Miguel Carcaño en el centro penitenciario Sevilla II, era su compañero de celda, su preso de confianza. "Me lo metieron a mí porque muchos presos no querían estar con él. No podía salir al polideportivo ni a la piscina porque todo el mundo le tenía ganas por lo que había pasado con Marta", indicó el exreo en una entrevista a Equipo de Investigación en 2019.

Según indicó, Carcaño siempre tenía que comer al lado suya: "Estuvo tres años y medios comiendo al lado de mí. Ahí tengo algunas cartas de él", explicó el exprisionero en Equipo de Investigación.