Acudimos a la casa de Tomasa, una de las víctimas del faso albañil de Linares, Jaén, quien cuenta que le pidió 75 euros por una reforma. "Se los di e hizo como que su jefe le había llamado por teléfono y que le había dicho que en total le tenía que dar 105 euros", relata.

La mujer nos muestra cómo fue la obra: "Cogió el martillo, se lio a porrazos con pared y me la hizo polvo". "Se fue con el dinero y ya no lo he vuelto a ver y yo cobro 400 euros de pensión con los que pago los estudios de Farmacia de mi nieta porque perdió a su madre. Mi marido y yo estamos haciendo un esfuerzo que está escrito", expresa.