La Guardia Civil ha interceptado en sólo un año un millón de euros en falsificaciones en la frontera portuguesa. La mayoría de las furgonetas que paran son de paquetería urgente, el lugar perfecto para camuflar las falsificaciones, porque los conductores cargan la mercancía precintada. El líder islámico de Orense utiliza esta técnica para introducir la mercancía ilegal en España.

En casi todos los registros interceptan mercancía falsa. Identificamos la misma marca que venden los manteros que trabajan para la red controlada por el líder islámico de Orense. En sólo siete meses han requisado más de 2.000 prendas de esta firma. Incautan cuatro cajas, con 240 pantalones, que alcanzarían los 5.000 euros en el mercado.

La Guardia Civil calcula que el 85% de las falsificaciones textiles que se venden en España, procede de Portugal. El problema ha alcanzado tal envergadura que las marcas contratan investigadores privados.

Viajamos al origen de las falsificaciones: las fábricas. Buscamos pistas en un punto de venta, un mercadillo cercano a la frontera. Comprobamos que en Portugal venden los mismos productos falsos que en España, pero ¿dónde se fabrican?

Una vendedora no tarda en ponerse en contacto con su proveedor. Promociona incluso la calidad de las copias portuguesas. Su hijo aparece en escena, es él quien se encarga de cerrar la negociación. Cada pieza a menos de un euro y medio, cuando el original cuesta 30 euros.

Rápido, inmediato y a escasos kilómetros de la frontera, Portugal copa el mercado de las falsificaciones textiles en España. El norte del país luso es el lugar donde, según la policía, hay más fábricas clandestinas. Transportan a cualquier punto de España y confiesan quiénes son sus clientes más importantes.

Aquí es donde empieza todo. Hemos llegado a uno de los talleres clandestinos que fabrica la ropa falsa que se distribuye en España.