Marta Domenech es la primera okupa que denunció a Daniel Esteve por el trato recibido por parte de los mediadores de la empresa de desokupación que regenta.

"Cuando llegué me encontré a 11 tíos dentro de la casa, 11 hombres, y personas que ves y te dan miedo. Me dijo que me rompería las costillas y que no puedo entrar", ha afirmado la mujer, que ha explicado que la casa era de su familia pero que tras la enfermedad de su padre, su negocio se fue a pique: "Al final pues no puedes hacerte cargo de la hipoteca".

Hoy en día pertenece a una empresa y, según Domenech, no es posible recuperarla: "Esta gente no da opción a nada". La vivienda a día de hoy es de otra empresa.

A juicio de su abogado, José Ángel Gallego, la empresa de desokupación es "una organización criminal": "En su actuación normal habitual contemplan la comisión de delitos de allanamiento de morada o de coacciones".

"Evidentemente, son mercenarios, sicarios, llámalo como quieras", afirma. Tras su desocupación, la empresa cambió la cerradura y llegaron a instalar una alarma. Pero posteriormente la Policía lo catalogó como un delito, y tuvieron que devolverle las llaves.