Realmente los beneficios del ayuno intermitente no tienen una base científica sólida. Sin embargo, según ha explicado en Equipo de Investigación Mónica Barreal, nutricionista, ayunar "ayuda al organismo a controlar el mecanismo del hambre, a restringir el periodo en el que comemos". Es decir, somos menos voraces y comemos menos cantidad.

Esta nueva moda contrasta con los pilares nutricionales que se llevan décadas forjando, como la necesidad de hacer cinco ingestas diarias. Una máxima que según la nutricionista ya está "desterrada".

"Que se hacen dos ingestas, tres ingestas, se hacen cuatro o se hacen cinco... que lo diga nuestro propio organismo porque no es lo mismo periodos en los que nosotros tenemos mucho más estrés o tenemos mucha más actividad física o periodos donde tenemos menos actividad física que no necesitamos ingerir tanta cantidad de alimentos", ha explicado.

Aun así, ha afirmado que la eficacia del ayuno aún se está investigando y que, en cualquier caso, solo funcionará cuando se lleve "una alimentación variada y en la que no se restringe ningún tipo de alimento, en unas cantidades adecuadas y asociado a un estilo de vida saludable".

En este sentido, ha dado algunos consejos imprescindibles: "Las personas que ayunen y no duerman no van a obtener los beneficios del ayuno, las personas que ayunen y sean sedentarios, no van a obtener los beneficios del ayuno, las personas que ayunen y beban alcohol, no van a obtener los beneficios del ayuno".