Con una longitud de 670 metros, en el cementerio sevillano de San Fernando se encuentra una de las mayores fosas del franquismo. En dos años, en esta fosa se han exhumado 1.700 víctimas de la represión franquista. En este sentido, Juan Manuel Guijo, arqueólogo forense de Pico Reja, señala que "las personas que fueron fusiladas por consejos de guerra tienen unos expedientes donde no se especificaba el sitio donde fueron enterradas".

En lo referente a la causa de la muerte que se ponía en los expedientes de defunción, el arqueólogo afirma que se decían "todo tipo de argucias", como "alusiones de 'muerte por hemorragias' y cosas así". "¿De pronto sangra una persona y se muere? También se hablaba de 'muerte por debilidad' o 'fatiga crónica'", subraya Guijo.

Hay más ejemplos al respecto, como un certificado de defunción por "muerte en su domicilio" de un hombre que en realidad fallece mientras está en una prisión, o un documento en el que se menciona la muerte violenta de 45 hombres al mismo tiempo.